Por qué Leonel Fernández 2020: modernidad y desarrollo de la economia

POR TEODORO TEJADA

El próximo 6 de octubre, el país tiene una cita con la historia política, el Partido de la Liberación Dominicana(PLD), celebrará su primaria abierta, donde votarán todos los miembros inscritos en su padrón y los que no figuren en el listado de los demás partidos del sistema. El proceso será automatizado, instalado y supervisado por la Junta Central Electoral, lo que es un elemento de suma importancia, debido a que las posibilidades de fraudes se reducen a la mínima expresión.

Esta maquinaria electoral peledeista, es la más grande e importante en la vida republicana, enfrenta los dos principales liderazgos dentro de su seno. El danilismo y al más grande líder de la República de todos los tiempos, el laureado intelectual y estadista Dr. Leonel Fernández.

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Cuando hablamos de modernidad y desarrollo de la República Dominicana, es obligatorio relacionar la figura de Leonel Fernández a la misma, pues sus gobiernos se concentraron justamente en estos dos grandes pilares.

El presidente Fernández desde el inicio de su primer mandato constitucional en el cuatrienio1996-2000, dio muestras evidentes de ser un gran estadista, pues aún, con un minúsculo apoyo congresual, emprendió un ambicioso programa de modernización del Estado con la implementación de atinadas reformas, como la promulgación el 24 de junio de 1997 de la ley 141-97, Ley General de Reformas de la Empresa Pública; una de las medidas más atinada a favor del pueblo dominicano , ya que las empresas públicas, se habían convertido en patrimonios personales de quienes las dirigían.

Con el ahorro obtenido de las empresas reformadas, se realizaron inversiones en proyectos sociales de desarrollo sostenible, que todavía en estos tiempos siguen dando sus frutos a través de la Ley No. 124-01 que creo el FONPER.

 

 

 

 

El país pasó de una situación de arrabalización a un Estado posmoderno. Antes reinaba el caos y el desorden institucional el cual se presentaba a todos los niveles.

Para citar algunos de los graves problemas, bastaría recordar el desorden imperante en el pago de los impuestos de las direcciones de Impuestos Sobre la Renta y Rentas Internas, donde no solo las filas eran interminables para realizar las contribuciones, sino que los buscones convertían esto en una anarquía, ya que las mafias operaban desde adentro en deshonesta alianza con éstos, donde gran parte de los pagos que realizaban los contribuyentes, iban a para a las manos de desaprensivos funcionarios de estas entidades.

Con la reorganización se fusionaron en una sola, las dos instituciones arriba citadas, con el nombre de Dirección General de Impuestos Internos (DGII).

El mismo desbarajuste ocurría en el infernal proceso de obtención de la licencia de conducir, el pago del impuesto de las placas de vehículos de motor, sacar o renovar el pasaporte, la cédula de identidad o cualquier certificación oficial, entre otros documentos.

Igualmente, el sagrado servicio de la justicia era un mercado persa, por lo que los primeros pasos para la reforma y modernización de la judicatura fue la reconstrucción y reparación del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva y del viejo edificio de la Suprema Corte de Justicia en el Centro de los Héroes, así como también, la adecuación de los locales de los tribunales provinciales y la construcción de un nuevo y moderno edificio para la Suprema Corte de Justicia y cárceles públicas.

La República Dominicana prácticamente estaba aislada en el aspecto de política exterior, por lo que desde la primera gestión de gobierno, el presidente Fernández estableció un nuevo enfoque de relaciones internacionales , y en septiembre del año 1996 asistió a la Asamblea General de las Naciones Unidas, cónclave donde los presidentes dominicanos solo habían asistido en cuatro ocasiones en los 51 años que tenía de fundada la ONU en ese entonces; y con este acontecimiento el presidente Fernández le abrió las puertas del país al mundo, asistiendo varias veces a convenciones internacionales, lo que le sirvió a la nación para lanzarla en el plano mundial, acorde con la nueva e importante etapa de globalización, en la que predomina la era de la tecnología y el conocimiento.

La economía dominicana gozó de una tasa de crecimiento promedio de un (7%) siete por ciento, considerado el más alto de América Latina en ese período. Es este mandato, fueron subidos todos los sueldos de los empleados públicos, en todas las áreas y se pasó de un estado de miseria a una vida más holgada.

La democracia floreció en este primer mandato y en 1998 el gobierno dio inicio a un diálogo nacional con todos los sectores sociales, económicos, profesionales, sindicales y gremiales allí representados. Con el diálogo se obtuvo un gran éxito y muchas de las propuestas planteadas fueron realizadas por el presidente Fernández. Ejemplo de ello, fue el aumento general de salarios y sueldos justos para los profesores, guardias y policías, acompañado de una real y fructífera estabilidad cambiaria, que solamente se obtiene con la confianza que proporcionan los grandes líderes estadistas.Destacándose que la tasa de cambio nunca ha superó los 40 puntos. y desde que el sale del poder la tasa se encarama por encima del 50 por 1. Ejemplo en agosto del 2012, se cotizó la moneda norteamericana al 39.30 pesos por un dólar. Hoy después de siete años se cotiza al 51.54 pesos dominicanos por un dólar estadounidense; aún con las mismas autoridades del Banco Central.

El Dr. Leonel Fernández, se coronó como el gobernante padre de las construcciones modernas y vanguardistas; iniciando la remodelación general del palacio presidencial que estaba abandonado y descuidado, devolviéndole su majestuoso esplendor.

Dio paso al más ambicioso plan de construcción de túneles, elevados, pasos a desnivel y la automatización de las estaciones de peajes en las principales carreteras; el más amplio plan de construcción de carreteras, calles, aceras y contenes en todo el territorio nacional, así como el más extenso programa de asfaltado en toda la geografía nacional.

La primada Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) vivió unos de sus momentos estelares de apoyo de un gobernante hacia esa casa de altos estudios. El Presidente Fernández ordenó y realizó grandes construcciones, como la moderna Biblioteca Central, la construcción del edificio de la Facultad de Artes y la remodelación de varias facultades.

La Educación Nacional fue una de las prioridades donde más empeño puso el presidente Fernández, construyendo cientos de planteles escolares y miles de aulas, distribuyendo computadoras en las escuelas, así como estableciendo el desayuno escolar.