“Chicho”, un grande de dos naciones

Venerado en España y República Dominicana, Sibilio deja un legado de leyenda. Sus restos será sepultados hoy

La llegada de Cándido Antonio (Chicho) Sibilio Hughes al baloncesto ocurrió tras una frustración en un partido de béisbol en el Haina que le vio nacer un tres de octubre de 1958 y que por igual le vio partir el pasado sábado 10 a los 60 años. Su amor era la pelota y en un intercambio con un club de Puerto Rico, el entonces espigado lanzador, dueño de las herramientas, mas no del control para poner strikes, llenó las bases y cedió un jonrón que desde entonces (1972) están buscando la bola.

Ahí mismo soltó el guante. No era para menos. El estadio estaba lleno de parroquianos y las burlas llovieron en cantidades industriales. Lo que nadie se imaginaba es que esa fue probablemente la última vez que “Chicho” fallaría en el deporte, porque luego saltó al baloncesto, donde se convirtió en un tirador letal.

La historia de su mal momento en el béisbol, relatada anoche a elCaribe por su hermano Santos Rogelio (Pinta) y el periodista Rolando Guante, dos bien cercanos al hoy occiso, fue una de las tantas anécdotas que se pudieron escuchar en la Capilla D de la Funeraria Blandino de la Capital, el escenario de sus honras fúnebres y por el que desfilaron muchas personalidades a darle los últimos respetos al inmortal del deporte dominicano.

“Chicho de ahí pasó al baloncesto y el resto fue convertirse en un gran anotador. Chicho no fallaba”, dijo “Pinta”.

El menor de siete hermanos de la unión del fenecido Antonio Sibilio y de Focela Virginia Hughes (doña Placenta), Cándido Antonio azotó el baloncesto superior distrital, siendo Novato del Año en 1974, campeón en 1975 y luego pasó a España, la nación a la que representó en su selección y en la que se erigió como uno de los iconos del Barcelona.

Padre de siete hijos, uno de ellos adoptivo, Sibilio fue un francotirador implacable que la tierra catalana adoró y sus rivales admiraron. Su dolor se sintió en España, donde políticos y atletas emitieron mensajes de duelo para un dominicano que los encantó como el famoso flautista solo que en su lugar fue penetrando la malla del aro de turno.

“Mi hermano fue adorado en España. Usted no se imagina los mensajes que nos han llegado”, dijo la doctora Miriam Sibilio, quien vivió cinco años con Cándido en Barcelona mientras hacía su especialidad (pediatría).

Andrés Van Der Horst, Faisal Abel, Humberto Rodríguez y Leandro de la Cruz, voces autorizadas al igual que Rafael “Pey” Rincón, también hablaron anoche sobre la dimensión de Sibilio.

Hoy al Virgilio Travieso

Los restos de Sibilio serán llevados en la mañana de hoy (9:30) al Palacio de los Deportes y luego al Polideportivo de Haina para tributos especiales y de ahí partirán al cementerio Jardín Memorial para su sepultura.

“Chicho” no gustaba llamar la atención en nada. Pero ayer, como suele pasar con los gigantes, no pudo evitar ser reverenciado por decenas de personas que desfilaron por su ataúd.

Anoche debía llegar al país una delegación del Barcelona para estar presente en las actividades de hoy.

El dominicano fue mención de honor del equipo del siglo pasado de Europa. Donde se habla de los mejores del viejo continente, ahí está su nombre.

Al momento de mencionar a Ignacio “Nacho” Solozábal y a Juan Antonio San Epifanio Ruiz, entre otros, automáticamente entra “Chicho” en la conversación.

Eran las 8:08 de la noche cuando una mole como Evaristo Pérez se vio muy impactado y no pudo evitar las lágrimas ante el féretro de su amigo. “Chicho” fue alto y grande a la vez. De las tantas ofrendas florales que estaban en la Capilla, había una del Barcelona y otra del Real Madrid, un equipo al que le hizo la vida amarga, pero la grandeza es el muro que detiene las rivalidades para dar paso al respeto. En un momento todos somos llamados a partir de esta tierra. En el cielo hacía falta un tirador. Convocaron a uno de los mejores.

En paz descanse, Cándido Antonio Sibilio Hughes.