La Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed) deploró ayer el estado de abandono en que se encuentra el sector cafetero luego de la plaga de roya que se detectó en 2011 y aún perjudica las plantaciones.
El secretario de la organización, Carlos Ramírez, estimó que esta epidemia ha diezmado el 90% de las plantaciones tradicionales de cafetos, arrastrando la producción de cerca de 738 mil quintales de café en 2012 a alrededor de 200 mil en el año en curso.
“Insistimos, sin éxito, en la necesidad de aplicar un paquete tecnológico que permita controlar la enfermedad. De la noche a la mañana pasamos de país exportar a importador para tan solo satisfacer la demanda nacional”, expresó en el marco del Día Nacional del Café.
Critica nueva institución. Ramírez también criticó la decisión del Gobierno central de eliminar el Consejo Dominicano del Café (Codocafé) para crear el Instituto Dominicano del Café (Indocafé), entidad que consideró ineficiente por no consensuar sus decisiones con los productores cafetaleros.
“A casi año y medio de la creación del Indocafé, no se ha estructurado su Junta Directiva en pleno, mucho menos para reunirse para analizar, plantear, validar y aplicar una política cafetalera consensuada”, lamentó que todavía no existe un mecanismo para supervisar las acciones que realiza ese organismo.
Sin acreditación. Otra de las señales que Ramírez catalogó como un “retroceso” para el sector es la reciente cancelación de las acreditaciones internacionales ISO del Ente Costarricense de Acreditación (ECA) que tenía Indocafé.
“La ausencia de un programa bien delineado para la recuperación de la caficultura, la duplicidad de acciones de diferentes instituciones y el poco acceso que tienen los productores al financiamiento y a la tecnología nos lleva a decir que resulta incierto el futuro de la actividad cafetera, lo que conllevaría un impacto en la migración campesina y en el medio ambiente”, concluyó Ramírez.