El aspirante presidencial independiente pide inveersion incentive la economía del campo _
El aspirante a la presidencia, Ramfis Domínguez Trujillo, asegura que la falta de una estrategia o política pública de desarrollo agropecuario es una queja que constantemente le expresan los agricultores, ganaderos y productores de leche en cada una de las provincias que visita en sus recorridos de precampaña.
En este sentido, indicó que, “en República Dominicana estamos desaprovechando el 84% de las tierras hábiles. Es decir que, estamos utilizando solo el 16% de las tierras que nosotros pudiésemos aprovechar para empezar a acrecentar, fomentar y dinamizar la economía por medio de la agricultura y la ganadería”.
“La agricultura debe ser la columna vertebral de la economía de la República Dominicana. Sin embargo, le hemos dado la espalda al campo, dejando a los campesinos, productores y agricultores a la intemperie y por eso abandonan las provincias para irse a la capital, porque no ven en el campo la oportunidad de progresar. En cambio, si logramos aprovechar el 100% del campo dominicano, vamos a multiplicar su productividad y con ello el crecimiento del PIB será extraordinario,” puntualizó.
En este punto, criticó las llamadas visitas sorpresas del presidente Danilo Medina, ya que entiende que “no son más que un modelo absurdo de propaganda política. Una estrategia disfuncional que convierte en un privilegio de pocos (a los que les dan la visita sorpresa), lo que debiera ser una política de Estado, en beneficio de la colectividad”.
De igual forma, Domínguez Trujillo considera que el sistema actual es el típico de las dictaduras, donde todos los poderes se concentran en las manos del Estado: “En el sistema actual, el Gobierno designa a los gobernadores de todas las provincias y eso tampoco debe ser. Tenemos que descentralizar el Gobierno, para que el gobernador de cada provincia sea elegido por sus moradores”.
De ahí que, insistió en que “si logramos descentralizar el Gobierno y poner en manos de cada provincia su productividad, con una política pública de desarrollo agropecuario clara, podrán sortearse los momentos de crisis sin necesidad de improvisaciones”.