Para el análisis, se utilizaron 6 dimensiones de la calidad democrática y en estas destacan los Derechos políticos y sistema electoral; Derechos fundamentales; Estado de Derecho; Calidad de la gestión pública; Calidad de vida y equidad social y económica; y Cultura política democrática. Foto: Michelle Rivas PNUD R. D.

PNUD presenta balance de la Calidad Democrática en República Dominicana

Para el análisis, se utilizaron 6 dimensiones de la calidad democrática y en estas destacan los Derechos políticos y sistema electoral; Derechos fundamentales; Estado de Derecho; Calidad de la gestión pública; Calidad de vida y equidad social y económica; y Cultura política democrática. Foto: Michelle Rivas PNUD R. D.

Santo Domingo. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Centro de Gobernabilidad y Gerencia Social (CEGES) de Intec, presentaron El Informe sobre Calidad Democrática en la República Dominicana “Universalizando Derechos para la Ciudadanía Formal y Sustantiva del Siglo XXI en América Latina y el Caribe” – 2019.

El documento ofrece una radiografía del estado actual de la calidad de la democracia en la República Dominicana. El equipo de investigación se basó en el análisis, cruce y sistematización de fuentes ya existentes. Se recurrió a 15 Índices y encuestas internacionales, y a 9 encuestas nacionales, estas últimas provenientes de organismos estatales. Las distintas fuentes tienen variadas metodologías para recolectar y procesar sus datos. El Informe se enriquece con esa diversidad, aunque esto implique un reto cuando esas diferencias no permiten la comparación directa, o las series no corresponden a los mismos años.

Para el análisis, se utilizaron 6 dimensiones de la calidad democrática y en estas destacan los Derechos políticos y sistema electoral; Derechos fundamentales; Estado de Derecho; Calidad de la gestión pública; Calidad de vida y equidad social y económica; y Cultura política democrática.

En el informe se identifican brechas a abordar, como la fragilidad del sistema de pesos y contrapesos en lo relativo a la preponderancia del Ejecutivo respecto de los Poderes Legislativo y Judicial, la aún débil institucionalidad del Estado, la violación de ciertos derechos fundamentales de colectivos en situaciones de marginalidad como las personas haitianas y sus descendientes, las personas LGTBI, o las personas con discapacidad, o la falta de garantía de ciertos estándares de equidad social y económica.

Así como las profundas desigualdades de género en todos los ámbitos (altas tasas de feminicidio, altas tasas de embarazo en adolescentes, ataque a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres mediante la penalización del aborto en todos los supuestos, bajos niveles de participación política de las mujeres, mayores tasas relativas de pobreza e indigencia de las mujeres, entre otros flagelos) que son síntomas de una calidad democrática en peligro, cuyo principal desafío es la igualdad para todas y todos, a fin de contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 10 Reducción de las Desigualdades y ODS 16 Paz, justicia e instituciones sólidas.