A principio de semana hubo un llamado a protesta en el Distrito Nacional en demanda de la reducción del precio de los combustibles. Esta no fue la primera iniciativa de ese tipo que se hizo en el país por el mismo motivo. Pero además de este tipo de reclamos, los dominicanos han protagonizado una serie de manifestaciones durante este año, que casi concluye, en demanda de otras reivindicaciones.

¿Por qué han protestado los dominicanos en este 2018? Es una pregunta que tiene múltiples respuestas: contra los apagones y violencia de género; en demanda de la legalización del aborto en sus tres causales; contra la “corrupción y la impunidad”. También en rechazo a una posible reelección del presidente Danilo Medina. Igualmente se protestó contra el fallo del caso Emely Peguero, entre otras razones.

En relación con el tema de los combustibles, el llamado a paro del martes fue hecho por la Coordinadora Nacional por la Rebaja de los Combustibles y los Derechos del Pueblo, movimiento auspiciado por la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano) y no tuvo el éxito esperado, pues otros gremios de transporte ofrecieron su servicio a la población. No obstante, el día anterior, Fenatrano realizó un paro sorpresa que sí dejó varados a cientos de pasajeros. Este grupo ha realizado otras manifestaciones en contra de lo que llama “la mafia de los combustibles”, los cuales han sido apoyado por sectores como la Marcha Verde y uno que otro político y figura pública. También los transportistas de carga se sumaron a la demanda, pero fueron llamados a diálogo por el Gobierno.

Pero no solo los transportistas protestaron en reclamo de la rebaja de los carburantes, también lo hicieron comunitarios del sector Capotillo (Distrito Nacional) y estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Debido a los paros, el transporte de pasajeros se vio afectado y el Gobierno tuvo que militarizar la capital en varias ocasiones.

Luego de que comenzaron las manifestaciones para exigir una reducción en el costo de los carburantes, el Gobierno ha dispuesto rebajas que abarcan un 10% de su precio.

En cuanto a las protestas que se han realizado contra corrupción e impunidad que alegadamente impera en el país el movimiento Marcha Verde ha sido el promotor. El 12 de agosto de este año hizo la Gran Marcha del Millón, antes de la cual realizó bandereos en algunos sectores. Luego de esa gran manifestación comenzó en octubre a recolectar firmas en el libro “Compromiso por el Fin de la Impunidad”, el cual es un documento de 7 puntos, en el que los firmantes “renuncian y denuncian cualquier práctica de corrupción, promueven y ejercen el voto consciente, se comprometen a participar de las acciones y luchas que tengan por objetivo poner a los corruptos en las cárceles”. También se compromete a recuperar el dinero que se robe a la población, cancelar los contratos del Estado Dominicano con la empresa constructora Odebrecht o cualquier otra que incurra en acciones mafiosas.

Otro tema que provocó diversas manifestaciones y protestas, algunas de ellas violentas, fue el de los apagones. Desde mediados de año comenzaron las quejas en distintas zonas del país por los cortes energéticos. El 26 de octubre moradores de los sectores Villa Pereyra, Savica y Villa Alacrán de la provincia La Romana realizaron una marcha contra la Distribuidora de Electricidad del Este (Ede Este). Igualmente, el senador de la provincia La Altagracia, Amable Aristy Castro, dos días antes, advirtió en el Senado sobre la precariedad del servicio energético en su poblado y dijo que el pueblo se tiraría a las calles a protestar. En otros lugares donde ha habido protestas por los apagones se en septiembre fue en la provincia Sánchez Ramírez y en San Cristóbal. En la primera, las manifestaciones en demanda de energía eléctrica se tornaron violentas en la comunidad La Bija, Cotuí. Sus moradores exigían que se les incluya en el programa 24 horas.

En tanto que en San Cristóbal, las protestas se dieron en el sector Hatillo, cuyos moradores alegaron que padecen cortes energéticos desde hace años y que pagan sus facturas eléctricas.

La sentencia del Segundo Tribunal Colegiado de San Francisco de Macorís que condenó a 30 años de prisión a Marlon Martínez y a cinco a su madre Marlin por el homicidio de la adolescente Emely Peguero provocó una violenta protesta entre comunitarios de esa demarcación y miembros de la Policía Nacional. El descontento de las personas fue la baja condena a Marlin, quien fue hallada culpable de ocultamiento de un cadáver y retención de una menor y no de asesinato como pedía el Ministerio Público.

El tema de la violencia de género fue otro por el cual los dominicanos se han manifestado este año. Precisamente el 25 de noviembre, Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fue escenario el país de diversos actos, como marchas y manifestaciones. La Coalición por la Vida y los Derechos de las Mujeres hizo una marcha que partió de la UASD y concluyó en el Congreso Nacional. “Nos levantamos contra el acoso callejero, la violencia familiar, la violencia sexual, el hostigamiento y el acoso sexual laboral; y exigimos políticas preventivas para detener la violencia, al igual que recursos suficientes del Presupuesto Nacional para la debida atención a las víctimas y a sus hijos e hijas” dice el comunicado emitido por las organizaciones. Hubo otras manifestaciones en Villa Mella y en la avenida Abraham Lincoln, del DN. También el 19 de octubre la UASD efectuó la marcha de novias para sensibilizar contra el flagelo. De acuerdo al Ministerio de la Mujer, 25, 104 mujeres reportaron haber sido víctimas de violenciaen el país en los últimos seis años. De esa cifra, 363 corresponden hasta septiembre de 2018.

El tema del aborto tuvo dos tipos de manifestaciones. Una encabezada por sectores sociales en demanda de que sea despenalizado en sus tres causales y otra por la iglesia católica que exige del Congreso Nacional aprobar el Código Penal (pieza sometida a modificaciones) manteniendo penalizado la interrupción del embarazo. El 18 de noviembre hizo dos marchas multitudinarias, una en el Distrito Nacional y otra en Santiago. En tanto, el Congreso Nacional fue escenario de manifestaciones de parte de grupos de feministas que demandan de los legisladores permitir el aborto cuando peligre la vida de la madre, cuando el embarazo sea producto de una violación y/o incesto y cuando el feto tenga defectos congénitos.