Dice que Ramfis no debe ser Presidente

Manuel Tejeda, hijo de Huáscar Tejeda, uno de los héroes de la gesta del 30 de mayo que murieron asesinados en Nigua un día como ayer, consideró que Ramfis Domínguez Trujillo no tiene ni el ideal ni las condiciones para ser presidente del país, como aspira.

Tejeda dijo que si bien es cierto que el nieto del dictador Rafael Leónidas Trujillo no tiene la culpa de los crímenes que haya cometido su abuelo, también es cierto que éste sí ha disfrutado de las riquezas que el zátrapa extrajo indebidamente del pueblo dominicano.

“Y que yo sepa, él tampoco considera que su abuelo fue un hombre malo para este país. En tal sentido, si él considera que su abuelo lo que hizo fue bien a este país, entonces eso lo hace partícipe del pensamiento y de las ejecutorias de su abuelo”, dijo Tejeda.

Masacre

El hijo de Huáscar Tejeda habló previo a la celebración de un acto de recordación a los Mártires de la Hacienda María, donde seis de los ajusticiadores de Trujillo fueron asesinados a sangre fría por el hijo mayor del tirano, Rafael Leónidas Trujillo Martínez, mejor conocido como Ramfis, tío de Ramfis Domínguez Trujillo.

Sobre el acto de recordación, dijo que es una especie de desagravio que desde hace muchos años hace la comunidad de de Nigua, ya que en ese lugar funcionaba una prisión de la dictadura.

El acto fue celebrado en Hacienda María, en Nigua, San Cristóbal, por la Comisión Permanente de Efemérides Patrias junto al Ayuntamiento Municipal San Gregorio de Nigua, la Casa de la Cultura, la Fundación Héroes del 30 de Mayo y el Comité Pro-Bienestar de Nigua.

El 18 de noviembre de 1961, Ramfis Trujillo y varios amigos asesinaron en la Hacienda María a Modesto Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Manuel Cáceres, Pedro Livio Cedeño, Huáscar Tejeda y Salvador Estrella Sadhalá.

Habían sido trasladados desde La Victoria

En horas de la tarde del 18 de noviembre del 1961 los prisioneros Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Roberto Pastoriza, Luis Manuel Cáceres (Tunty), Salvador Estrella Sahdalá y Modesto Díaz fueron trasladados de la Penitenciaría Nacional de La Victoria hacia la Hacienda María en San Cristóbal y allí fueron masacrados a sangre fría por Ramfis Trujillo.