HARRISBURG, Pensilvania. Más 1,000 niños -y posiblemente muchos más- fueron víctima de abuso sexual por parte de centenares de sacerdotes católicos en seis diócesis de Pensilvania, aunque funcionarios eclesiales tomaron medidas para encubrirlo, dice un reporte de un jurado investigador dado a conocer ayer martes.
El jurado dijo que considera que “el número real” de niños abusados pudiera ser de “miles”, toda vez que algunos archivos se perdieron y las víctimas temían hacer denuncias. El informe dice que más de 300 miembros del clero cometieron abusos en un período de décadas.
El fiscal general de Pensilvania Josh Shapiro dijo que la pesquisa de dos años concluyó que hubo un encubrimiento sistemático por altos funcionarios de la iglesia en Pensilvania y el Vaticano.
“El encubrimiento fue sofisticado. Y mientras tanto, los líderes de la Iglesia mantuvieron documentos sobre el abuso y el encubrimiento. Los “Archivos Secretos” de la diócesis fueron la columna vertebral de la investigación.