Buenos Aires. La expresidenta argentina Cristina Fernández negó ante la justicia ser la responsable de una asociación ilícita integrada por funcionarios y grandes empresarios que habrían pagado millonarios sobornos para adjudicarse obras públicas y se consideró una perseguida política.
Fernández (2007-2015) presentó un escrito en el juzgado federal a cargo del magistrado Claudio Bonadío, en el que lo acusó de inventar causas en su contra. El contenido del mismo fue difundido por la también senadora opositora en las redes sociales.
La exgobernante, de 65 años y quien hasta ahora no había hablado públicamente sobre estas nuevas imputaciones, llegó a la sede del tribunal en medio de grandes medidas de seguridad. Allí se negó a contestar preguntas, como ha sido su habitual proceder en cada una de las otras tres ocasiones en las que el juez la citó en diversas causas.
Esta vez la exmandataria fue citada en lo que es considerada la mayor trama de corrupción de los últimos años en Argentina. Hasta ahora hay 38 imputados, 15 detenidos y 10 arrepentidos, entre empresarios y exfuncionarios de las administraciones de Fernández y su fallecido marido y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007).
Según versiones de la prensa local con acceso a la causa -que se encuentra bajo secreto de sumario- uno de los al menos nueve empresarios que reconocieron ante el juez haber pagado sobornos dijo que Fernández sabía al detalle cómo marchaba la recaudación ilegal.