SANTO DOMINGO. Con la satisfacción del deber cumplido y la esperanza puesta en que el Congreso Nacional dotará al país del Código de Procedimiento Civil que le abrirá las puertas a los jueces para que puedan actuar con toda claridad en la vigilancia del patrimonio, se siente Mariano Germán Mejía, presidente de la Suprema Corte de Justicia y autor del proyecto de Ley.
La iniciativa que busca reemplazar la legislación promulgada el 17 de abril de 1884 se ha estado elaborando desde el año 1997 y pese a haber sido sometido en tres ocasiones al Congreso, no se ha logrado su aprobación. A mediados del mes pasado la Cámara de Diputados lo aprobó en única lectura.
Germán Mejía, quien afirma no tener preocupaciones por si se convoca o no al Consejo Nacional de la Magistratura para sustituirlo en diciembre de este año, dijo que su legado para el Poder Judicial sería ese código constitucionalizado.
“Yo me siento bien con ese legado. Yo no quisiera irme ni de esa Suprema Corte de justicia ni tampoco quiero celebrar la fiesta con San Pedro sin que antes me aprueben ese código”, puntualizó al conversar sobre el proyecto de Ley en el que ha trabajado a solas y en compañía de otros juristas.
“Mi mayor satisfacción fue haber trabajado a favor de la sociedad dominicana y haber trabajado para que la sociedad dominicana avance. Y ese proyecto de código es una expresión de eso. ¡Ese trabajo! Preparar un proyecto de código como ese no se lo pagan a nadie. Solamente el amor para que una sociedad avance lleva a trabajar miles y miles de horas en una cosa así, una cosa así no lo paga nadie. A mí no me han pagado nada por eso, mientras yo trabajé en la comisión no me pagaron un chele ni quiero recibir un centavo”, expresó con satisfacción Mariano Germán.
El también exprocurador General de la República, docente para diversas universidades en materia del procedimiento civil y autor de la obra “Vías de Ejecución”, explicó que el contenido del actual proyecto es tres o cuatro veces más que la normativa vigente desde hace 134 años. Contiene 12 libros y 1391 artículos que regulan los juicios sobre el patrimonio.
Destacó que el actual proyecto de código tiene las medidas propias para garantizar la ejecución de las sentencias, desde las conservatorias hasta las ejecutorias.
“Hay más garantías, regula todo lo que signifique las garantías para poder ejecutar las decisiones una vez que se dictan por eso la importancia que el código le da, a las vías de ejecución.”
La evidencia de lo antes dicho se constata en el libro 10 del proyecto de ley referido a las vías de ejecución el cual inicia con el artículo 630 y se extiende hasta el 1102, lo que significa, que la mitad del código está dirigido a garantizar la ejecución de los títulos, tanto las sentencias como los títulos que permiten medida conservatoria con orden ejecutoria.
“Es un código constitucionalizado. Me da pena que un trabajo así se desperdicie y que debieron aprobarlo hace tiempo. ¡Un trabajo de esa categoría!”, refirió con cierto pesar el abogado nacido en San Francisco de Macorís hace 72 años.
“Yo no los voy a criticar, yo lo que aspiro es a que lo aprueben. Que le hago un llamado que lo aprueben, que el país se merece un código como ese porque es un código que recoge toda la evolución de nuestro código procesal y que va a garantizar los procesos, las ejecuciones de las sentencias, que le va a abrir las puertas a los jueces con toda claridad para que puedan actuar en la vigilancia del patrimonio y la seguridad también de los mismos deudores”, continuó diciendo.
El presidente de la Suprema Corte destacó, además, que el nuevo Código de Procedimiento Civil dará seguridad tanto al acreedor y como al deudor, y no solo eso, sino que hará que los procesos sean ágiles porque no tiene ampulosidades, sino que está escrito en un lenguaje sencillo que dará facultades para que el juez actúe.
La dispersión en la legislatura es otro de los aspectos que subsanará. Germán Mejía, dijo que hoy día toda la legislación en materia procesal civil está dispersa en diferentes legislaciones: un código, leyes especiales, anotaciones y modificaciones.
“Es un código que garantiza disposiciones claras. Lo único que necesitamos son jueces con voluntad de aplicarlo”, refirió