Canelo y Golovkin: ¿darán una pelea más dura?

Los púgiles ya se preparan para su segundo combate, mientras analistas creen que será un pleito más intenso y “bien reñido”

Y ahora, ¿quién ganará en Las Vegas? Pero, además, ¿será una pelea de tanta trascendencia y marcada por un buen negocio como la primera la cual se montó en el mismo escenario? Y esta tercera pregunta: ¿Después del resultado de aquel controvertido enfrentamiento, el que fue presenciado por más de 20,000 personas en el T-Mobile, el que será celebrado el 15 de setiembre, cumplirán sus protagonistas como lo que esperan los aficionados al boxeo y la propia exigente prensa especializada?
Las interrogantes, formuladas por agudos analistas del boxeo, se “deslizan” en este trabajo a propósito del anunciado (oficial) segundo pleito que tendrán el mexicano Saúl -Canelo- Álvarez y Gennady Golovkin, originario de Kazajistán, país que pertenecía a la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). A un año de estos dos estelares púgiles haber disputado el campeonato mundial del peso mediano (160 libras), volverán a contender. Explicar que las preguntas formuladas tendrán “objetivas respuestas por los propios analistas. ¡Porque hay que llevar orientación al respecto a la entusiasta fanaticada!
Ya hay que dejar atrás el “raro” final. Un empate que algunos expertos no aceptaron.

Canelo Álvarez y Golovkin deben escribir otra historia. Una nueva historia que deje satisfechos a sus fans y a sus apoderados. Que protagonicen un fiero combate, ¡gane quien gane!

Tras el resultado del primer pleito, los seguidores de ambos peleadores no aceptaron el veredicto de los jueces. Quienes simpatizan con el mexicano consideraron que su pupilo, que ha sido dos veces monarca del mundo (titular mediano junior y mediano), había sido el “auténtico” triunfador. Pero los parciales de Golovkin hasta llegaron a proclamar que “fue una decisión injusta y mostrenca por parte de los jueces”. De manera, precisan expertos, que el 15 de septiembre, de nuevo en Las Vegas, “a escribir otra historia que pueda superar, y tal vez por mucho, a la que escribieron en su primer combate”.

El ultimátum de De la Hoya dio resultado

Oscar de la Hoya, dueño de la empresa Golden Boy Promotions -que corre con las peleas que realiza Canelo Álvarez-, le había dado una especie de un ultimátum a Golovkin y su equipo para que tomaran una decisión de si aceptaban o no las condiciones ofrecidas para que se pactara la esperada segunda riña de puños enguantados.

Tras concretarse el acuerdo, para que se dé el segundo combate (de despejar incógnitas, porque no se trata de una revancha, como mal informan algunos periodistas ), Canelo Álvarez y Golovkin volverán a contender.

La mayoría de los analistas cree que “esta vez habrá un claro ganador y, además, va a ser una pelea más intensa…¡y hasta un nocaut podría producirse!

Lógicamente, si se registra un nocaut, no habrá que esperar que los jueces den una anotación en sus cartulinas y que sus decisiones vuelvan a llevar controversia.

Horas después de darse como oficial la segunda reyerta, Eddy Reynoso, entrenador de Canelo Álvarez, le dijo al periodista mexicano Salvador Rodríguez, de ESPN, que “estamos tranquilos porque ya tenemos pelea para septiembre en Las Vegas.
Reynoso también declaró que “será una pelea más interesante, más intensa que la vez pasada, una pelea donde habrá más golpes, pues no queda más que prepararse como siempre, hacer las cosas lo mejor que se pueda y darle para adelante”. Canelo Álvarez y Golovkin tenían programado realizar la segunda pelea el pasado cinco de mayo, pero la Comisión Atlética de Nevada sancionó al mexicano por haber dado positivo en clembuterol.

El positivo de Canelo se produjo al consumir una carne contaminada, según sus apoderados y Golden Boy Promotions.

La sanción, por un período de seis meses a Canelo Álvarez, vence el 17 de agosto por lo que le da el tiempo suficiente para volver al cuadrilátero… por eso tendrá la oportunidad de volver a combatir con su “archirrival de Kazajistán”.

Canelo Álvarez ya lleva dos semanas instalado en un cuartel de entrenamiento en la ciudad de San Diego, California. Porque allí, según su entrenador Eddy Reynoso, es donde “mejor se prepara nuestro boxeador”.