Washington, DC. El presidente Donald Trump declaró ayer que no tiene “ningún problema” en permitir que el gobierno se paralice si el Congreso no destina dinero para la seguridad fronteriza.
La amenaza de Trump, la segunda en dos días, agudiza su divergencia con los miembros de su partido en el Congreso, que se enfrentan a duras disputas para reelegirse este noviembre.
Si el Gobierno se queda sin financiamiento cuando el actual presupuesto expire a finales de septiembre -semanas antes de las elecciones de medio periodo-, sería el segundo cierre gubernamental bajo control republicano en Washington, después de la interrupción de un fin de semana en enero.
“No tendría problema en un cierre”, dijo Trump en conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano Giuseppe Conte en la Casa Blanca. “Es hora de tener seguridad fronteriza. Somos el hazmerreír del mundo”.
Los comentarios del presidente indican que aún cree que una confrontación en temporada electoral en torno a la inmigración avivaría a su base y aumentaría las posibilidades de su partido de mantener el control del Congreso. Los líderes republicanos no están de acuerdo, y esperan evitar una exhibición de disfunción y enfocarse en el mensaje de la reducción fiscal del Partido Republicano y una sólida economía.
Trump no ha negado su creencia de que su inflexible postura en materia de inmigración lo puso en la Casa Blanca, y a principios de año lanzó una batida para que se aprueben medidas de seguridad fronteriza adicionales, las cuales incluyen 25,000 millones de dólares para construir un muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, pero reconoció el lunes que sus demandas son un punto de partida.
Los dirigentes republicanos pensaban que habían asegurado la paciencia de Trump la semana pasada.
Trump prometió que detendría la migración
Trump hizo campaña con la promesa de construir un muro para impedir la inmigración ilegal y obligar a México a que lo pagara. México se ha negado a hacerlo. Trump ha recibido algo de dinero del Congreso y probablemente reciba más, aunque el total se queda corto de los 25,000 millones de dólares que ha solicitado. También quiere cambios en la inmigración legal.