Washington, DC. Luego de que su firmeza ante Vladimir Putin fuera puesta en duda, el presidente Donald Trump declaró ayer miércoles que le dijo en su cara al líder ruso que no se meta en los comicios estadounidenses, y que “así será”.
Unas horas antes, Trump respondió “no” cuando se le preguntó si Putin, añejo rival de Estados Unidos, seguía tratando de influir en comicios estadounidenses. Esa respuesta contradice las advertencias públicas recientes de su propio jefe de inteligencia, pero la Casa Blanca intervino rápidamente para decir que su respuesta no era lo que parecía.
Al anochecer, en una entrevista con CBS News, Trump estaba listo para usar un tono inconfundiblemente firme.
En la cumbre de Helsinki -dijo Trump- “le hice saber (a Putin) que no podemos tener esto. No lo vamos a tener, y así será”.
¿Le adjudicaría a Putin la responsabilidad personal si hubiera más interferencia en elecciones? “Lo haría, porque él está a cargo del país”, respondió.
La entrevista se llevó a cabo luego de dos días de declaraciones cambiantes sobre si Trump está de acuerdo con las conclusiones de las agencias de inteligencia estadounidenses de que Rusia interfirió en los comicios de 2016 por los cuales él llegó a la Casa Blanca. Ahora Trump dice, aparentemente con renuencia, que sí está de acuerdo, pero sigue añadiendo que otros también podrían haber intervenido.
El martes presentó un comunicado para “aclarar” por qué expresó dudas en público sobre las conclusiones de los servicios estadounidenses de inteligencia acerca de que hubo interferencia rusa en los comicios para dañar a su rival demócrata, Hillary Clinton.
Tales dudas, expresadas cuando lleva 18 meses en la presidencia y estando de pie junto a Putin en territorio extranjero, generaron intensas críticas en Estados Unidos, incluso de destacados republicanos.