Puerto Príncipe. Haití vivió ayer su segundo y último día de huelga de transporte convocada por los sindicatos tras las violentas protestas del fin de semana por un aumento en los precios de los combustibles, que el Gobierno dejó sin efecto poco después del anuncio.
Ayer se observó un poco más de flujo de vehículos y de personas en las calles, mientras las alcaldías de las zonas metropolitanas tratan de limpiar las calles en las que los manifestantes arrojaron basura e incendiaron neumáticos durante las protestas, y donde hubo saqueos y quema de importantes negocios.
Las personas trataban de retomar sus actividades cotidianas y en las calles se observa una presencia policial.
En tanto, sectores de la oposición continúan reclamando la renuncia del primer ministro, Jack Guy Lafontant, cuya dimisión exigió también ayer la cúpula empresarial haitiana.
El presidente de la Cámara de Diputados, Gary Bodeau, afirmó hoy en Twitter que tanto él como el presidente del Senado, Joseph Lambert, instaron ayer en el Parlamento a un cambio de Gobierno más inclusivo, por lo que el futuro de Lafontant es incierto.
Los actos de violencia iniciaron el viernes pasado cuando el Gobierno dijo que al día siguiente entrarían en vigor los nuevos precios de los combustibles, que reflejaban incrementos de entre 37 a más de un 50 %.
El presidente Jovenel Moise se reunió ayer con los líderes del Parlamento para “analizar” los actos de violencia ocurridos en la nación en los últimos tres días. La reunión en el Palacio Nacional se celebró sin la presencia del primer ministro, Jack Gay Lafontant.
Gobierno investigará violencia
El gobierno haitiano anunció una investigación para determinar las responsabilidades de los disturbios que provocaron las protestas contra el intento de aumentar los precios de los combustibles, mientras el país retoma la calma tras la violencia que dejó siete muertos y pérdidas materiales millonarias.
El primer ministro Jack Guy Lafontant, quien se encuentra en el centro de las críticas por la inacción de las autoridades durante los disturbios, indicó en un comunicado que la investigación buscará hacer justicia para cada una de las víctimas.
Durante las protestas violentas registradas viernes y sábado, cientos de hombres, muchos de ellos encapuchados, bloquearon calles, incendiaron decenas de vehículos estacionados en centros comerciales, atacaron hoteles y destruyeron varios supermercados.
Violencia estalló por el aumento de combustible
Las protestas estallaron cuando Lafontant anunció, el 6 de julio, incrementos de entre 38% y 51% a las tarifas de los combustibles como parte de un acuerdo con el FMI para reducir los subsidios a los hidrocarburos y encauzar la precaria economía del país. Aunque el gobierno se retractó de inmediato de aumentar los combustibles, las protestas continuaron y tras los disturbios, hombres y mujeres saquearon lo que quedaba de los supermercados afectados.