Dice que si surge un malestar de fondo lo creó la Procuraduría y eso es lamentable
SANTO DOMINGO. La presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, Miriam Germán Brito, le dijo al procurador general de la República que sus insultos por encargo pueden ser vistos como una proyección de temores y falencias.
En una carta dirigida a Jean Alain Rodríguez, la magistrada señaló que las expresiones de Laura Guerrero Pelletier, directora de la Procuraduría Especializada contra la Corrupción Administrativa (PEPCA), es un insulto a los quince jueces que conforman la Suprema Corte porque con sus pronunciamientos los “coloca como favorables a la impunidad y a los procesados”.
“Ustedes creen que todo se resuelve poniendo una implacable presión mediática, eso a la larga no funciona, además de que no es aceptable, parece como que su propósito fuera crear una pugna que nos lleve a un mal de fondo”, refirió en la misiva enviada ayer, lunes, 2 de julio a Alain Rodríguez.
“Ustedes corren el riesgo de que sus insultos, algunos por encargo, sean vistos como una proyección de temores y falacias. Si surge un malestar de fondo lo crearon ustedes y eso es lamentable”, concluye la juez.
Le dijo, además, que para el Ministerio Público hubiera sido más honorable que en el improbable caso de que la Suprema hubiera elegido a un juez que no fuera Ortega, “hacer uso de la recusación que no es como ustedes dicen, un mecanismo de retardar procesos, sino una garantía que persiguen las partes (ustedes son una)”.
“La incontinencia verbal de quien jerárquicamente depende de usted y por tanto usted es responsable, ni siquiera reparó en que su accionar la colocaba como pasible de violación a la Ley 6132” sobre expresión y difusión del pensamiento, represó Germán Brito.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán, calificó ayer como atrevidas las declaraciones del Laura Guerrero así como la carta de Miriam Germán, en la que le exigía referirse a los pronunciamientos de la directora del Pepca.
Mariano Germán dijo que él es la única voz autorizada para hablar en nombre del Poder Judicial y en tal sentido no acepta injerencias de ni de Ministerio Público ni de ningún juez.