La Unión Europea (UE) advirtió este lunes a los Estados Unidos que se arriesga a pérdidas por 294.000 millones de dólares en represalias comerciales si el presidente Donald Trump cumple su amenaza de imponer aranceles a vehículos extranjeros.
En una carta dirigida a las autoridades en la Casa Blanca, la Comisión Europea consideró que las medidas de represalia tomadas por la UE y otros socios comerciales de Washington podrían afectar a bienes estadounidenses por ese valor, es decir, 19% del total de las exportaciones de los Estados Unidos en 2017.
Esta misiva del Ejecutivo europeo llega en un contexto especialmente tenso, después de que Trump acusara el domingo a la UE de “ser tan mala como China” en su relación comercial con los Estados Unidos.
El pasado 22 de junio, el republicano amenazó con imponer un arancel aduanero del 20% a los vehículos importados desde la UE a los Estados Unidos.
Con ello, intentaba replicar a la entrada en vigor de los derechos de aduana adicionales impuestos por Europa a decenas de productos estadounidenses.
Esta medida era, a su vez, una represalia a los aranceles del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio que Washington impuso a estos productos exportados por algunos países del mundo, algunos de ellos aliados de los Estados Unidos, en un contexto de guerra comercial.
También al norte de la frontera
Por su parte, Canadá empezó el domingo a imponer aranceles a decenas de productos procedentes de los Estados Unidos también como represalia por la decisión de Washington de gravar las compras de acero y aluminio canadienses.
La fecha elegida por el Gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para la entrada en vigor de los aranceles, no ha sido elegida al azar, ya que el domingo Canadá celebró el domingo su fiesta nacional.
El Gobierno de Trudeau ha calculado el valor de los aranceles estadounidenses sobre los productos canadienses en unos 12.780 millones de dólares.
Entre los productos procedentes de los Estados Unidos que desde ayer sufren aranceles se encuentran el whisky, el chocolate, el zumo de naranja, el yogur, el café, el papel higiénico, las velas, los pañuelos y las toallas, las servilletas, los colchones y los bolígrafos, entre otros.