SANTO DOMINGO. El ciberespacio es cada vez más impredecible en materia de seguridad. No hay métodos para eliminar riesgos fornidos, las principales empresas de seguridad informática del mundo, conscientes de esa realidad, concentran sus esfuerzos en mitigarlos. La cantidad de información que se produce y se procesa en la denominada cuarta revolución industrial –la del internet de las cosas, la nanotecnología y la inteligencia artificial– ha convertido en una utopía el blindaje absoluto de los datos.
¿Qué deben hacer los gobiernos, las organizaciones y los usuarios de la Gran Red al respecto? Sobre esa interrogante dialogaron los expertos que participaron del panel “Privacidad y protección de datos en la sociedad actual”, evento patrocinado por Microsoft Corporation y organizado por el Centro de Análisis y Políticas Públicas y la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Derechos e Informática (FIADI), y encausado por las disposiciones del polémico Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, vigente desde el 25 de mayo de 2018.
A juicio de Daniel Elías Robles, consultor de seguridad de información de Cyborg Consultores, no es posible interactuar en el ciberespacio sin exponerse a sus fintas. “Por esa razón, las entidades y los internautas locales están compelidos a comprenderlas y a asumir con conciencia el nivel de compromiso de los datos que administran”, agregó el experto, tras deplorar que una cuota importante de la mediana empresa local que basa sus servicios en la red aún no piensa en la seguridad como prioridad.
Sólo en el año 2016, República Dominicana recibió una embestida de 25 millones de ataques en la red, según datos suministrados a DL por Fortinet en el CyberSecurity Summit 2017. Dos años después, el ciberespacio sigue ahíto de ataques avanzados y persistentes.
“La pregunta ya no es si somos vulnerables o no; esa es una discusión del pasado. Ya sabemos que somos vulnerables”, explicó María Waleska Álvarez, presidenta de NAP del Caribe. Manifestó que el país ha dado pasos importantes para asimilar las propiedades de la cuarta revolución industrial.
“Ciertamente tenemos un marco regulatorio, el problema está en su reglamentación y en su aplicación”, precisó Álvarez.