New York (SL) -Dentro de todo lo que se ha dicho y de todo lo que falta por decirse, sin lugar a dudas que el empresario Santiago Matías ( Alofoke), acertó al expresar que existe un problema de educación en el género urbano e instó a buscar mecanismo para educar a esta generación y a generaciones futuras.
Afirma que esa minoría de intérpretes urbanos y productores musicales, han crecido sin educación, se han forjado de manera artesanal y responsabilizo de ello al ministro de cultura, a quien señala de no hacer su trabajo de manera responsable.
Fue muy acertado, al asegurar que nuestro país no se puede ir por la borda, ni arrabalizarlo, indicando que no todo quien quiera promover droga o sexo está libre de hacerlo, por lo que reconoce el trabajo que realiza el Sr. JM Hidalgo al frente de la “Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía”.
Entendemos que el Sr. Matías se contradice al decir que nadie que no proceda de universidades como harvard o berklee, tiene capacidad para censurar el contenido toxico y vulgar que interpretan los urbanos en algunas de sus canciones, pero si compartimos que exista una comisión que cuente con personas que manejen los códigos urbanos, aunque para mí la vulgaridad no puede ser negociable ni en la radio y ni en televisión.
En conclusión, en un país donde pretendemos defender un delito con otro y justificar según nos beneficie, pienso que fue una entrevista con sobrados elementos de análisis, la que pudiera arrojar buenos resultados futuros, siempre que la comisión y el género acuerden trabajar en conjunto, considerando que, no son todos los que están, ni están todos los que son, además si a los urbanos no le interesara la radio y la televisión, no estarían tan dolidos por que se le está aplicando el reglamento.