El denominador común en los últimos periodos electorales y períodos presidenciales han sido los pactos políticos, para llegar o mantenerse en el poder el PLD.
En cambio, la oposición no ha podido lograr esa unidad para la quiebra de los gobiernos peledeistas.
Los acuerdos políticos son circunstanciales; el que se dio con Danilo Medina PRD-Miguel Vargas no fue nada nuevo, ni será el último.
Hoy partidos y líderes estarán juntos como hermanos gemelos; mañana, podrían verse como enemigos irreconciliables, con desafío hasta la muerte.
La dinámica de la política obliga a los jugadores a moverse de acuerdo a los intereses que persiguen y sellar acuerdos. En el juego político incluso es legítimo lograr un acuerdo, aunque moralmente, en muchas ocasiones, inaceptable.
Lamentablemente hay que entender que los pactos se dan entre los integrantes de las castas políticas.
En ellos la ciudadanía, y en múltiples ocasiones los militantes y dirigentes, no tienen participación, aunque se la use como excusa para promoverlos.
Las alianzas varían de acuerdo a los intereses electorales, principalmente, hay quienes son capaces de negociar con Dios y el diablo, con enemigos y verdugos, siempre y cuando coincidan en un objetivo.
Ningún sector ha quedado excluido en la búsqueda de un pacto; ninguno.
En unas elecciones y pactos políticos no solo son importantes los resultados electorales sino también el afianzamiento de los liderazgos.
Miguel Vargas-PRD, con el pacto con Danilo Medina-PLD, ha sido un gran beneficiario en término político y de relanzamiento de su liderazgo.
El presidente Danilo Medina ha apoyado al PRD, le ha cumplido, en parte, con la colocación de cuadros fundamentales en el denominado Gobierno Compartido. El mas resaltante, positivo, ha sido la colocación de Miguel Vargas como Ministro de Relaciones Exteriores. Indiscutiblemente que ha sido un manejo gerencial, pulcro, transparente el que el presidente del PRD ha hecho al frente de ese importante ministerio. Pero hay una percepción en el PRD, en su base y dirigencia media: que el pacto político sólo benefició a la cúpula política que lo promovió.
El presidente Danilo Medina, se oye en los corrillos políticos blancos, ha sido lento en ejecutar los nombramientos de importantes figuras y cuadros políticos en el denominado Gobierno Compartido.
Los perredeistas no solo se sienten excluidos sino que también están desencantados por los resultados de esos acuerdos entre cuatro.
Si no hay un cambio, si no se moviliza a favor de los perredeistas, el desencanto y movimiento no favorecerá la repetición de acuerdo político con el PLD en el 2020.