Exportaciones a China en picada antes del acuerdo

SANTO DOMINGO. República Dominicana anunció el pasado lunes la ruptura de las relaciones diplomáticas que mantenía desde hace 72 años con la República de China (Taiwán) para unirse a la República Popular de China. Pero, ¿cuál ha sido el comportamiento del país asiático en República Dominicana en los últimos años?

La población de chinos en el territorio nacional ha disminuido en un 34 por ciento, como ha bajado el turismo y las exportaciones hacia el país asiático.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inmigrantes de 2017, en el año 2012 había 4,729 de estos extranjeros que residían en territorio dominicano, y al día de la fecha solo hay 3,069, es decir, 1,660 menos.

Para el director de Relaciones con Asia y Oceanía, el embajador Luis González, esta reducción poblacional representa el anhelo de estos inmigrantes de retornar a su país.

“Todo el que está fuera de su país es por alguna razón, generalmente económica, la mayoría de los chinos que salieron de China lo hicieron porque esa nación estaba en condiciones económicas muy difíciles, pero están volviendo a su patria porque es donde se sienten más cómodos”, analizó el diplomático. En República Dominicana hay 3,069 chinos.

Esa tendencia a la baja también se percibe en las exportaciones dominicanas hacia China, donde se ha registrado un descenso progresivo en los últimos años: en 2014 se despacharon productos por un valor de US$273.8 millones, en 2015 de US$208.01 millones, al año siguiente fueron de US$130.26 millones y el año pasado se enviaron alrededor de US$85 millones en productos a esa nación.

El presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), Luis Concepción, espera que con las relaciones diplomáticas se abran más oportunidades para exportar.

Pero ante este panorama de exportaciones en picada y a sabiendas de las limitaciones competitivas de la República Dominicana frente a un “monstruo comercial” Diario Libre consultó a los economistas Pavel Isa y Miguel Collado Di Franco, ambos consideran que una de las maneras en que se pudiera aprovechar económicamente esta relación con China es con la atracción de “inversiones sanas” que puedan traer tecnología y empleos de calidad al país.

“Desde el punto de vista de la manufactura de consumo final, China es un peligro mucho mayor para el aparato industrial dominicano de lo que es Estados Unidos y Europa, porque además de tener dotación de capital y de tecnología, tiene fuerza de trabajo barata, lo que no tienen Estados Unidos y Europa, por eso es que China es tan competitiva en el mundo de la manufactura a nivel global”, precisó Isa.

Tras destacar que el intercambio comercial entre República Dominicana y China es similar al que tienen los dominicanos con Haití, pero a lo inverso, indicó que el conjunto de factores que tiene China a su favor, tales como el capital, la tecnología y la mano de obra barata constituyen una amenaza para el sector industrial nacional, el cual “no ha sido capaz y no ha tenido la posibilidad de reconvertirse y de hacerse más competitivo.

Sin embargo, por el lado de las inversiones, Isa considera que esta puede ser un área donde pudiera haber ganancias importantes para la República Dominicana. “Las empresas chinas pudieran estar interesadas en venir al país para procesar algunos productos y colocarlos en el mercado de Estados Unidos con ventajas arancelarias que no tienen desde China porque República Dominicana forma parte del DR-Cafta”, dijo.

En tanto que Collado, del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), valora que el país tenga relaciones comerciales con todo el mundo, pero no favorece la apertura de relaciones diplomáticas con China, por entender que ese es un país donde se violan derechos fundamentales a los ciudadanos.

Respecto a la forma en que el país se pudiera beneficiar del inicio de las relaciones con China, considera que la mejor manera sería con “inversión sana, ya no con los préstamos que hablamos, sino de que se garantice realizar inversiones y creen empleos, pero no creo que fuese necesario establecer relaciones diplomáticas para llegar ahí” indicó.

Collado también explicó que el actual déficit comercial con esa nación, con la cual se mantiene una relación más de importación que de exportación, se pudiera profundizar si el país no resuelve su problema de competitividad.

En lo que respecta a la cantidad de inmigrantes chinos que regresaron a su país, el embajador Luis González considera que con el acuerdo diplomático firmado por ambas naciones, estos extranjeros comenzarán a incrementar su visita al país como turistas.

Inmigrantes

Los chinos ocupan el séptimo lugar en términos de cantidad de inmigrantes en República Dominicana.

La mayor concentración de extranjeros en nuestro país corresponde a haitianos, venezolanos, estadounidenses, españoles, gente que proviene de Europa occidental e italianos, distribuidos de mayor a menor respectivamente.

Los que residen en el territorio nacional están compuestos en su mayoría por personas de 30 a 44 años (1,249 tienen esta edad) y por hombres (2,363). Mujeres chinas solo hay 1,280 en República Dominicana.

Los chinos que viven aquí por lo general son dueños de establecimientos comerciales donde emplean a dominicanos. Rentan o compran locales para vender pica pollo, comida china o típica, colocar uñas acrílicas, supermercados, tiendas de ropa y joyerías.

Susana He cuenta que llegó en 1997 a esta tierra, tenía 30 años. Dice que eligió República Dominicana porque su familia, incluido su esposo, ya residía en el país.

“Me gusta porque aquí no hay frío. Mi esposo llegó primero por un primo que tenía un restaurante y él vio la oportunidad de avanzar económicamente, ahora nos gusta más aquí que allá”, manifestó la extranjera dueña de un restaurante.

Barrio Chino, un símbolo

Solo en el Barrio Chino, ubicado en el sector Villa Francisca, en la avenida Duarte, hay unos 500 a 700 negocios de expendio de comida china que reciben gran demanda de los dominicanos debido a que el servicio es menos costoso que en otros establecimientos. Este Barrio Chino empezó a construirse en el país en el año 2005 y fue inaugurado en el 2008. Allí, en el también denominado China Town de Santo Domingo, existe una gran conglomeración de negocios, viviendas y detalles de origen chino. El lugar es considerado el octavo barrio chino formal en el mundo y el segundo en el Caribe. Dos grandes arcos con diseños asiáticos enmarcan parte del espacio que ha sido designado para esta comunidad no solo constituida por extranjeros de origen chino sino también por otros residentes de origen asiático, como vietnamitas, japoneses y coreanos. Dentro de la zona delimitada como barrio chino se pueden encontrar parques, fuentes y diversos negocios. El camino de este tramo está ornamentado por estatuas de personajes reales y legendarios de la cultura china.