James volvió a demostrar su capacidad para definir partidos sin despeinarse en momentos de alta tensión. Y ello dejó a los Raptors contra las cuerdas en lo que puede ser su eliminación más devastadora en la postemporada.
Luego de que los Raptors empataran con un triple del novato OG Anunoby, dejando ocho segundos en el reloj del partido, James recibió el balón para reanudar el encuentro, botó el balón a lo largo de la duela y en un movimiento, hizo un tiro flotado a unos tres metros de la canasta para dejar helada a la banca de Toronto.
Los jugadores de los Cavs corrieron de inmediato hacia James, quien momentos después había vuelto a brincar a la mesa de anotadores, tal y como lo hizo con su tiro ganador ante Indiana en la ronda anterior, para celebrar un triunfo que pudo haber sido para cualquiera de los dos equipos.
«Vivo para estos momentos», comentó James. «Para tener la posibilidad de salir a jugar y responder para mi equipo. Mis compañeros confían en mí, y pude salir a ejecutar y lo hice».
James totalizó 38 puntos, mientras Kevin Love añadió 21 y recogió 16 rebotes. Kyle Korver sumó otros 18 puntos para los Cavs, que pueden consumar la barrida sobre los Raptors por segundo año en fila.
Kyle Lowry lideró a Toronto con 27 unidades. Los Raptors acabaron con el déficit en el cuarto periodo, cuando dejaron a su jugador estelar DeMar DeRozan en la banca.
«Queríamos que alguien más hiciera ese tiro pero no pudimos conseguirlo», declaró Dwane Casey, entrenador de Toronto. «Todos estamos devastados».
Tras ganar dos partidos en Canadá, los Cavs regresaron a casa y ganaron la pelea contra unos Raptors que simplemente no le pueden ganar a James, quien tiene récord de 11-2 ante Toronto en las pasadas tres campañas.
El cuarto compromios será este lunes por la noche y las probabilidades están contra los sacudidos Raptors: de los 129 equipos en la historia de la NBA que caen 3-0 en una serie, ninguno ha regresado para ganar.