SANTO DOMINGO. La ausencia de instrumentos financieros de desarrollo a largo plazo y de apoyo financiero a la tecnología, la innovación, a la maquinaria industrial o matching grants, han retrasado el desarrollo industrial en la República Dominicana, en momentos en que otras economías mucho más grandes que la dominicana no solo cuentan con numerosos instrumentos, sino que hasta se ufanan de otorgar subsidios directos a sus sectores productivos.
Así se expresó Campos De Moya, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), en un acto realizado con motivo del Día de la Industria Nacional, añadiendo que los beneficios de los instrumentos antes señalados están a la vista reciente, argumentando que “solo tenemos que ver cómo aumentó el crédito industrial con la medida tomada el año pasado por la Junta Monetaria de disminución del encaje legal a los sectores productivos o mirar muchos más lejos el efecto positivo en la industria de los prestamos FIDE”.
De Moya dijo que los cambios en el sector industrial dominicano han sido dramáticos, asegurando que a pesar de ser uno de los sectores de la economía con mayor estabilidad en su crecimiento, este ha sido el que el que ha crecido menos en promedio con respecto al resto de la economía dominicana.
“El impacto de las importaciones en nuestra economía como consecuencia de la apertura de mercados y la ausencia de políticas industriales es todavía más impactante”, advirtió.
Precisó que una verdadera política comercial no es aquella que sólo se enfoca en visualizar oportunidades de acceso a mercados externos, sino también y sobre todo a defender la producción y el mercado dominicano.
Argumenta que es positivo crear una política enfocada hacia las exportaciones “y qué bueno que el Gobierno declaró este año el Año del Fomento a las Exportaciones. Sin embargo, no ganamos nada si duplicamos las exportaciones, pero importamos 20 veces lo que exportamos”.
Resaltó que lo que “producimos aquí produce empleos aquí, genera impuestos aquí, mueve la economía de aquí y ahorra divisas a nuestro país”.
Campos De Moya explicó que la política comercial no es más que una lucha por disminuir los déficit comerciales de los países y eso es lo que no se debe perder de vista y puso como ejemplo, salvando las diferencias, que eso es lo que se está mirando actualmente Estados Unidos.
Apunta que en las últimas décadas en la República Dominicana no se ha contado con políticas claras destinadas a fortalecer la producción y las exportaciones, sobre todo en la etapa de apertura comercial y de firma de tratados de libre comercio, lo que, según Campos De Moya, evidencia en el bajo nivel de financiamiento destinado al sector industrial.
Considera que también se debe analizar el impacto de las políticas de tributación en el sector industrial frente a las importaciones, la informalidad, la evasión y el contrabando en el sector industrial, “como eficientemente lo están haciendo nuestras oficinas recaudadoras, pues la industria es uno de los sectores con mayor nivel de presión tributaria”.
Explica que cualquier incremento impositivo desmesurado puede crear una desventaja comparativa frente a las importaciones y enfatiza que la competencia no es local es global y por ello se debe analizar el impacto que tienen las medidas administrativas en la competitividad de las industrias.
“Somos una industria que exhibe un índice de formalidad superior al 70%, mientras que el de la población total apenas fue ligeramente superior al 50% con empleos de mayor cualificación y cuyo salario promedio, según estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social –TSS- es superior a la mayoría de los sectores de la economía”, agregó.
Reiteró que en el país no se debe seguir contando con una estructura fiscal y procedimientos administrativos que favorezcan la importación en lugar de los encadenamientos productivos entre sectores. Expuso que, para solo tener un ejemplo, para vender desde una industria nacional sin ITBIS a una empresa ubicada en un régimen fiscal especial como zona franca u hotel, la industria debe solicitar más de 4 permisos y agotar un proceso que puede durar hasta 60 días, mientras que esa misma empresa de zona franca o ese hotel puede importar ese bien sin ITBIS y arancel en un solo día, “con sólo digitar su régimen fiscal en el sistema de aduanas”.
Por otro lado, Campos De Moya, en cuanto a las políticas de compras gubernamentales, dijo que los expertos coinciden en que un elemento central del desarrollo productivo de las naciones se encuentra en las estrategias y acciones tomadas por los gobiernos en las compras gubernamentales.
“No queremos dejar entrever que queremos acciones proteccionistas, lo que queremos es que se tome en cuenta el desarrollo productivo en todas las decisiones del Estado, sobre todo en las compras gubernamentales”, señaló.
Resaltó que una decisión académica positiva fue la tomada por el Ministerio de Educación de cambiar los uniformes para adecuarlos a las tendencias educativas, pero aseguró que esto debería hacerse tomando en cuenta el fortalecimiento del aparato productivo nacional.
“Debería haber un acompañamiento y proceso gradual para lograr que ese cambio se realice conjuntamente con la adecuación de nuestras empresas textiles, sobre todo las pymes. Lo mismo debería hacerse con las compras de medicamentos para los hospitales y equipos y muebles para escuelas, entre muchos otros”, dijo Campos De Moya en un acto realizado con motivo del Día de la Industria Nacional.
Entiende que no es mucho pedir que en el país se piense siempre en “nuestro desarrollo productivo antes de tomar cualquier decisión gubernamental, incluyendo cualquier cambio administrativo que incremente los costos de producción, como sucedió recientemente con el anuncio del aumento del peaje de transmisión de la tarifa eléctrica”.