SAN PEDRO DE MACORÍS. Los colores, la magia, el sonar de los tambores, lo religioso y lo pagano se conjugaron en las calles de San Pedro de Macorís para romper con el silencio del Viernes Santo, y dar vida a los tradicionales bailes de los grupos de gagá que abundan en esta parte del país.
Estos grupos, compuestos en su mayoría por personas procedentes de bateyes o asentamientos de haitianos que trabajaban la caña, han mantenido esta práctica años tras años convirtiéndose en una tradición abrazada por muchos dominicanos, aunque a consideración del gestor cultural Roldan Marmol, esta manifestación aún lucha contra la discriminación de algunos sectores.