Primer gran premio del año, primeros kilómetros, primeras averías, primeras decepciones, primer líder… Queda ya muy lejos el GP de Abu Dhabi con Hamilton campeón y Mercedes siempre al frente. Y aunque ha habido pocos cambios en la parrilla, estos son las escuderías y los pilotos de la temporada 2018 y así llegan al GP de Australia, la primera carrera del curso.
Mercedes. Lewis Hamilton y Valtteri Bottas. El vigente tetracampeón de constructores viene de una pretemporada cómoda con un coche que es rápido sin esfuerzo. Son favoritos desde el primer día. Lewis quiere su quinto título, el que le igualaría con Fangio, y el finlandés espera al menos dar la talla frente al británico, en parte porque tiene que ganarse la renovación para 2019.
Ferrari. Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen. La siempre esperada resurrección de Maranello, que no gana un título de pilotos desde 2007, pasa por confirmar los progresos del pasado año y terminar con los fallos que dejaron sin opciones a ‘Seb’ en la segunda parte del curso. De los progresos del coche dependen las opciones del tetracampeón alemán, que no quiere perder el pulso con Hamilton. Y Raikkonen es una incógnita, como cada año al llegar a Australia.
Red Bull. Daniel Ricciardo y Max Verstappen. Se espera mucho de ellos, aunque hace un año la expectación era parecida y la escasa fiabilidad del motor Renault tiró por tierra las ilusiones de muchos. Lo que sí parece claro es que ya han elegido a Verstappen como su apuesta y quieren hacerle campeón a él, a pesar de que nunca ha sido mejor que Ricciardo en la clasificación general. El australiano busca equipo para el año que viene y quiere ir a un grande.
Force India. Sergio Pérez y Esteban Ocon. Su gran aval es el motor Mercedes y dos pilotos muy talentosos. En los circuitos donde prime la potencia lucharán en las cercanías del podio, aunque quizás también rivalicen el mexicano y el francés, que es uno de los jóvenes con más proyección en el automovilismo.
Williams. Lance Stroll y Sergey Siroktin. Otro equipo con propulsor Mercedes que presume de haber dado un salto de calidad con el afamado ingeniero Paddy Lowe, pero cuya pareja de pilotos, jóvenes y con apoyos económicos importantes, nadie sabe si estará a la altura. El canadiense consiguió un podio el año pasado y el ruso ha dejado en el banquillo a una institución, Robert Kubica.
Renault. Nico Hulkenberg y Carlos Sainz. Ellos esperan aspirar al campeonato en 2020, así que hasta entonces sólo intentarán aproximarse a ese objetivo. Por eso con su motor de este año priorizan la fiabilidad sobre las prestaciones. El madrileño, ya confirmado como un piloto de garantías en el Mundial, quiere un año regular. En cualquier caso, sería bueno ver a un Renault en el podio esta temporada.
Toro Rosso. Pierre Gasly y Brendon Hartley. Después de tres temporadas con muy pocos cambios en el programa de Red Bull, ya a finales de 2017 desvelaron sus cartas para el futuro con un joven talento francés y un experimentado neozelandés que ha sido campeón del WEC y de Le Mans con Porsche. Serán el equipo Honda y después de cuatro años el propulsor japonés puede que ya esté a la altura de la Fórmula 1. Habrá que seguirles la pista.
Haas. Romain Grosjean y Kevin Magnussen. Quizás el tapado de la pretemporada con un muy competitivo motor Ferrari y al volante dos pilotos guerreros que pelearán cada punto. El equipo norteamericano quiere hacerse un sitio en un campeonato tan europeo como la Fórmula 1.
McLaren. Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne. Rompieron con Honda y se acaban las excusas en Woking, siempre considerando que el cambio al motor Renault requiere un periodo de adaptación. Su pretemporada fue inquietante con algún buen tiempo y varios problemas que dicen haber solucionado. Alonso confía en el proyecto y quiere volver al podio con el coche naranja papaya.
Alfa Romeo Sauber. Marcus Ericsson y Charles Leclerc. El sueco pierde la partida con todos los compañeros que ha tenido hasta ahora, pero tiene más patrocinadores que Wehrlein o Nasr, por eso sigue. Y el monegasco es una apuesta de futuro de Ferrari, que además ha invertido con la entrada de Alfa Romeo como patrocinador. Aun así, sería una sorpresa que este año no cerraran la parrilla en cada gran premio.