En una final épica, que ofreció uno de los mejores duelos tenísticos que pueden verse en la actualidad, Juan Martín del Potro derribó una nueva barrera en su ya dilatada trayectoria. El argentino conquistó su primer título en un Masters 1.000 y lo hizo, además, ante un coloso que buscaba el 28º y firmaba un arranque de 17-0 en 2018, Roger Federer: 6-4, 6-7 (8) y 7-6 (2) en dos horas y 42 minutos.
Del Potro levantó tres pelotas de partido con 5-4 en contra y saque para el suizo, algo que se puede calificar como una rara hazaña ante un jugador de tamaña calidad. Después sacó adelante su servicio y alcanzó milagrosamente un tie-break en el que arrasó con un 5-0 de salida. En el segundo set se había quedado a un suspiro de someter a su rival, pero la muerte súbita no le fue bien en ese momento. Tuvo el mérito de no conceder ni una bola de rotura al helvético hasta el décimo juego de esa segunda manga, después de haber sacado adelante la primera con un break en el quinto.
En medio de toda esa tensión, hubo intercambios brillantes; un willy y voleas precisas a los Sampras del campeón, quien con el martillo que tiene en su brazo derecho apabulló en ocasiones al todopoderoso Federer; dejadas con efecto increíbles de este tratando de que se contrincante tuviera que doblar su maltrecha espalda, una amalgama lujosa, vamos. Y mucho coraje por ambas partes, aunque se impusiera al final la raza de Del Potro, acostumbrado a este tipo de epopeyas.
Era la cuarta vez que el tandilense jugaba una final de Masters 1.000, tras Montreal en 2009 e Indian Wells y Shanghai en 2013. Pero hasta ahora no había podido levantar los brazos en señal de victoria. Desde 2004, entre Federer (5), Djokovic (5) y Nadal (3) habían ganado 13 de los 14 títulos en el torneo del desierto de California. Delpo se cuela en ese selecto club en el que también se entremetió en 2010 Ivan Lujubicic, curiosamente actual entrenador del de Basilea, que se queda con las ganas de superar a Djokovic en el palmarés.
«Después de perder el segundo set estaba muy enfadado, pero todo lo compensa ganar un título ante un gran jugador como Roger. Le doy las gracias a Argentina y comparto este trofeo con todo el país y con los que estáis aquí», dijo Juan Martín tras ganarle por cuarta vez una final a Federer (US Open 2009, Basilea 2012 y 2013 fueron las anteriores).