Se cumplió el pronóstico y el cortometraje ‘Dear Basketball’ (Querido básquetbol), que protagoniza Kobe Bryant, leyenda de Los Angeles Lakers y de la NBA, fue el ganador del Oscar al Mejor Corto de Animación.
El corto de Kobe compitió con Lou, una cinta de Pixar sobre el acoso escolar; Garden Party, una historia sobre anfibios de los alumnos de una escuela francesa de animación; Revolting Rhymes, adaptación de los cuentos de Roald Dahl y Negative Space, una emotiva historia sobre un padre y su hijo.
‘The Black Mamba’, presume haber ganado cinco anillos de campeón de la NBA, ser dos veces el MVP de la final, participar en 18 All Star, ser MVP de la temporada en cuatro ocasiones, estar 11 veces en el mejor quinteto de la Liga, ser el mayor encestador del campeonato dos temporadas y ganar un concurso de clavadas. A todas esas distinciones y galardones la noche del domingo les sumó un Oscar, un premio que, como él mismo reconoció días antes de la premiación, jamás soñó que podría ganar.
La animación de Kobe, se basa en el poema con el que el mito angelino se despidió del baloncesto en noviembre de 2015, el cual recorre la carrera del escolta durante cuatro emotivos minutos. Es dirigido por Glen Keane, veterano animador y dibujante de Disney que trabajó en la elaboración de Tarzán, Rapunzel y Aladdín. La música es del compositor John Williams.
La leyenda de la NBA estuvo presente en el Dolby Theatre de Los Ángeles, antes conocido como Kodak Theatre, sede permanente de la ceremonia de entrega de los Oscar; sin embargo antes estuvo en la presentación de los cortos nominados, y se le vio emocionado por la posibilidad de ganar una estatuilla dorada.
«Crecí soñando con ganar títulos de la NBA, pero nunca, ni en mis mejores sueños, me imaginé que sería parte de la industria cinematográfica, y mucho menos que pudiera ganar un Oscar. De pequeño soñaba con el baloncesto y luché duro para alcanzar mis metas. Un título, dos, tres, cuatro, cinco… Sin embargo la vida y Dios te muestran caminos que no esperabas. Éste es ese camino y no puedo dejar de sonreír porque me imagino consiguiendo algo que nunca había pensado en mi vida. Es una locura», confesó horas antes de obtener el galardón.