La mujer, casada con el jefe de la célula, residía en Suiza desde los seis años. Con su marido se plantearon poner una bomba en una discoteca o en una iglesia, matar un imam y envenenar a «infieles».
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La mujer, casada con el jefe de la célula, residía en Suiza desde los seis años. Con su marido se plantearon poner una bomba en una discoteca o en una iglesia, matar un imam y envenenar a «infieles».
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