De ser extraditado, Martinelli sería aislado en una cárcel panameña, denuncia abogado

PANAMÁ.- Estados Unidos debe exigir garantías de respeto a la integridad física y emocional de Ricardo Martinelli en caso de que sea extraditado por ese país, donde está detenido desde junio pasado, afirmó el portavoz del expresidente panameño, Luis Eduardo Camacho.

En un escrito difundido ayer en redes sociales, Camacho aseguró que «fuentes confiables» le han informando que, en caso de proceder la extradición, Martinelli (2009-2014) sería aislado en una «celda que le han acondicionado en el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront)».

Ello sería una situación «ilegal», ya que de regresar a Panamá Martinelli debería quedar en libertad porque su detención fue ordenada «porque no fue a la audiencia a la que había sido citado» por un caso de supuestas escuchas ilegales a más de 150 personas, entre ellas políticos, empresarios y periodistas, dijo Camacho.

El expresidente tendría que ser llevado ante el juez y debería ser liberado, «pero vemos poco probable que eso pase» porque «el hecho de que se esté preparando una celda especial en el Senafront (para Martinelli) te dice que ya aquí hay una decisión tomada por encima de lo que es la ley», indicó el portavoz en su escrito.

«No oculto mi temor. Además de la situación ilegal, me preocupa su integridad física, si a él lo aislan, nosotros no sabemos qué podría pasar allí. Por ello, en caso de que se conceda y se ejecute la extradición, los Estados Unidos de Norteamérica deben exigir las condiciones que garanticen el respeto a su integridad física y emocional», afirmó Camacho.

Martinelli es reclamado por la Corte Suprema de su país por delitos relacionados con una red de escuchas ilegales que operó durante su Presidencia, una de las varias causas penales abiertas en su contra por esa instancia, la única que puede procesarlo dado que es diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Su defensa libra una batalla legal en Estados Unidos contra la extradición, que ya recibió el visto bueno de dos jueces estadounidenses y debe ser decida por el Departamento de Estado.

Martinelli asegura ser un «perseguido político» de su sucesor y antiguo aliado electoral, Juan Carlos Varela, quien fue su vicepresidente y niega esa acusación