Roger Federer rompió otra barrera. Casi seis años después (cinco años y 106 días exactamente) el suizo volvió al número uno, arrebatándoselo a Rafa Nadal, con su victoria en cuartos del ATP 500 de Rotterdam sobre Robin Haase por 4-6, 6-1 y 6-1 en 1h:19. Mañana (19:30 horas) se medirá a Andreas Seppi, que derrotó a Daniil Medvedev en tres sets, por un puesto en la final. Las lágrimas afloraron a su rostro. La ocasión lo volvía a merecer.
El próximo lunes, el suizo comenzará la semana 303 en lo más alto del tenis mundial a sus 36 años. El ‘jefe’ más viejo, porque Andre Agassi lo fue con 33. Parecía que su cuenta se había detenido para siempre cuando el 4 de noviembre de 2012 cedió su trono a Novak Djokovic. El serbio, ahora en el dique seco, estaba en sazón. Casi inabordable. El otoño parecía haber caído sobre el tenis de Federer, al que se le mostraba la cuesta abajo, la puerta de salida. Pero aguantó. Y sus triunfos el año pasado en Australia, Wimbledon y los Masters 1.000 de Miami, Indian Wells y Shanghai le pusieron de nuevo en una carrera que, para deleite del deporte, tuvo durante todo el curso a Rafa Nadal a su lado de la parrilla.
Los 15.000 espectadores del Ahoy Arena aclamaron a Federer, que tenía por delante a Haase. Ansiosos de ver a la leyenda subir otra vez a lo más alto. El 42º del mundo, de 30 años, era el obstáculo para coronarse número uno por cuarta vez en su extensa carrera. El holandés se revolvió en la primera manga con un Federer flojo al saque. Pero el 4-6 espoleó al veterano, se montó en un cohete y en 19 minutos liquidó la segunda manga y en 25 la tercera. Brutal.
Federer había anunciado que el reto del número uno era «motivador y emocionante». Rotterdam no estaba en su programación, pero decidió aceptar una invitación y cambiar el torneo europeo por la cita posterior de Dubai en la que defendía 45 puntos. El número uno sí importaba. Sale primero en la tabla 14 años después de que lo hiciera la primera vez, en febrero de 2004. Veinte Grand Slams y 96 títulos le contemplan.
Con su victoria de hoy, Federer acumula 9.785 puntos, 25 por encima de Nadal. Si gana el torneo, subirá hasta los 10.105. El español jugará en Acapulco desde el 26 de febrero. Si el suizo llega a la final en Rotterdam pero no la gana (9.905), renuncia a jugar en Dubai y el balear sí se lleva el título en México, Nadal recuperaría el número uno. La temporada promete ser un mano a mano entre las leyendas. Pero pase lo que pase, Federer se permitió volver a pisar la cumbre. Catorce años después de la primera vez. Inacabable.