Raysa Martines de Smart Vision

La educación académica y profesional como clave del desarrollo  

 El lanzamiento de Smart Vision Educational será el Viernes 23 de febrero a las 7:00 pm en el Salón Trapez del Embassy Suite by Hilton

Raysa Martines de Smart Vision

Al destacar aspectos básicos sobre la educación como un elemento clave para el desarrollo, Raysa Martínez, CEO y fundadora de Smart Vision Educational Coaching, en los Estados Unidos, refiere: “Dale a un hombre un pescado y lo alimentas por un día; enséñalo a pescar y lo alimentarás para siempre” (Laozi). Este proverbio chino refleja cómo la educación ha tenido siempre un impacto positivo y de gran valor en la formación integral de un ser humano y en su desarrollo financiero en los diferentes entornos sociales. Esto se puede apreciar de una forma tangible, tanto a nivel microeconómico como a nivel macroeconómico. La educación y el potencial de cada individuo son factores esenciales para su progreso y la movilidad de su estatus social. Es a través de la adquisición de conocimientos y de la capacitación especializada que una persona aumenta su nivel intelectual y sus habilidades cognoscitivas. Esto permite que la persona sea profesionalmente más competente, más productiva y más capacitada para participar en el mercado laboral.

En artículos académicos, estudios económicos y medios de comunicación, las naciones siempre se clasifican como «naciones desarrolladas e industrializadas”; “naciones en desarrollo” o «naciones subdesarrolladas». ¿Por qué suelen hacerse estas distinciones? Curiosamente, la razón se basa en el hecho de que existe una fuerte correlación entre los niveles de educación y lo que los economistas llaman «capital de desarrollo humano». Hoy, el Banco Mundial, que es la principal institución financiera internacional que ayuda a otorgar préstamos a los países para programas e iniciativas de capital, considera la educación como un indicador de desarrollo mundial clave, ya que las diferencias económicas y sociales entre los países están relacionadas con los niveles educativos de su población. “Tomemos como ejemplo las diferencias entre los indicadores estadísticos de factores educativos y económicos entre la República Dominicana (nación en vía de desarrollo), y los Estados Unidos (nación desarrollada)”, destaca Martínez.

  RD EEUU
Inscripción en la escuela secundaria* 40% 88%
Matriculación en la escuela terciaria* 47.52% 88.1%
Tasa de alfabetización* 85% 99%
Índice de población bajo el nivel de pobreza** 30.5% 15.1%
Producto Interno Bruto (PIB)*** 71.58 mil millones

$USD

18.57 trillones

$USD

Gasto del gobierno en educación (total % del PIB)*** 2.04% 5.40%

*Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

**Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA)

***Banco Mundial (The World Bank)

Asegura Martínez que estos datos reflejan una gran diferencia entre los niveles educativos y el desempeño económico de ambos países. Cuando la educación se trata como una inversión personal y como una inversión financiera para el futuro, las oportunidades se expanden y las personas se superan. Como se mencionó anteriormente, la educación es extremadamente importante porque promueve y toma en consideración factores claves como la competencia en diferentes niveles, la globalización y el éxito. La educación no debe ser objeto o barrera de auto-limitación de ninguna persona, sino la motivación para el desarrollo potencial de cada individuo, su movilidad social y su promoción profesional, la cual le permitiría progreso económico.

Recientemente, los altos académicos intelectuales, los economistas y los diferentes medios de comunicaciones, además de categorizar las potencias mundiales como «países desarrollados», se han referido a estas naciones como “sociedades basadas en el conocimiento”. La implicación aquí es que en las naciones donde la población tiene libre acceso a la educación, tienen posibilidades más altas para competir y sobresalir en los mercados nacionales e internacionales. Tradicionalmente se hace énfasis en la educación primaria, secundaria y terciaria, como la base fundamental del desarrollo profesional; sin embargo, no podemos descuidarnos de nuestro enriquecimiento educativo, participando en cursos y actividades educativas, las cuales nos proveen de nuevos conocimientos y habilidades, que nos permiten competir de manera exitosa en el mercado profesional y laboral.

Con los avances tecnológicos y los cambios sociales que se producen rápidamente, los profesionales también deben actualizar sus propios conocimientos en su campo particular, con el fin de promover, contribuir y participar en el mercado laboral a mayor escala. El desarrollo profesional debe incluir la exposición a enfoques nuevos y efectivos. Esto es importante particularmente en el campo de la educación, ya que la escuela es la base sobre la cual los individuos construyen sus conocimientos y habilidades. Los profesionales de la educación, tales como: maestros, asistentes, directores, administradores y personal educativo en general, deben tener como prioridad aprender y crecer juntos con las personas que ellos se dedican a educar. Este desarrollo profesional se obtiene através de talleres profesionales, los foros de desarrollo, actividades extra-curriculares y actividades en colaboración con diferentes instituciones comunitarias.

En las naciones desarrolladas, cuyas sociedades están basadas en el conocimiento, estas actividades profesionales son una prioridad en su sistema escolar. Dichas actividades son herramientas claves para mantener al personal de las diferentes instituciones educativas aptas para continuar con su misión profesional al servicio de la sociedad. Como muestran las estadísticas, estas naciones son exitosas económicamente por los conocimientos que llegan a través de la educación. Por eso es de vital importancia participar en la educación tanto académica como profesional. La educación a través de la implementación generalizada de la capacitación académica y profesional promueve el progreso y el crecimiento. Es la clave para garantizar el equilibrio social y económico.