En la Fórmula 1 es difícil resolver mucho mejor que el resto un reto técnico, pero no es imposible y menos cuando se afrontan novedades aerodinámicas como el célebre Halo, un dispositivo que protegerá el habitáculo del piloto en caso de impacto y que la FIA ha hecho obligatorio a partir de 2018. No hay un modelo único de Halo, cada equipo aportará sus soluciones y el jefe de aerodinámica de McLaren, Peter Prodromou, ve posible que puedan marcarse diferencias a corto plazo con este aparato.
«No estará libre de penalizaciones y creo que será un desafío establecerlo en un primer momento, digamos que para limitar daños. Pero después, pienso que hay una oportunidad, se abre la puerta para trabajar en opciones interesantes, estoy seguro de que habrá una variedad de diferentes soluciones, están limitadas por la forma base pero hay oportunidades ahí», dice Prodromou en Crash.
Aunque no espera grandes progresos antes de la mitad de la temporada 2018, sí se trabajará desde el principio en cómo el flujo de aire supera el obstáculo de Halo y en cómo eso mejora o empeora la carga aerodinámica de cada monoplaza. Por ahora, a partir de la próxima semana se levantará el telón para ver los coches de este curso y a finales de febrero, Montmeló acogerá los primeros test de la pretemporada. La primera ocasión para medir el impacto del Halo en la pista.