España tendrá que pelear por la permanencia tras perder contra Italia por 3-1 en la primera ronda del Grupo Mundial II de la Copa Federación celebrada en el palla Tricalle ‘Sandro Leombroni’ de Chieti. Carla Suárez (29ª del mundo) cayó en el primer partido del domingo 6-3, 3-6 y 6-3 contra Sara Errani (142ª) y Lara Arruabarrena (82ª) tampoco pudo con Deborah Chiesa (6-4, 2-6 y 7-6 (7)), que jugó en lugar de Jasmine Paolini, que había perdido el sábado ante Carla Suárez . El doble que hubieran disputado María José Martínez y Georgina García o la propia Suárez contra Cocciaretto y Chiesa ya no fue necesario. Rusia, Ucrania, Canadá, Serbia, Gran Bretaña, Hungría o Letonia: de esta lista saldrá por sorteo (el próximo martes) el rival del equipo nacional.
En un partido extrañísimo, Suárez fue incapaz de ganar sus siete primeros saques y así le fue imposible dominara a una Errani que venía plena de moral tras apabullar el sábado a Arruabarrena (doble 6-1). El primer set se lo llevó la italiana por 6-3 tras ganar todos los restos y jugar descaradamente al revés de la canaria, que no pudo colocarse casi nunca en condiciones de pegar a la bola con su derecha. Y pese a tener uno de los mejores backhands de la WTA le costó precisar sus tiros.
El segundo set comenzó con 3-1 a favor de Errani, pero tras su cuarto break, Carla por fin fue capaz de sacar adelante su servicio y enlazar cinco juegos para remontar y llevar el partido a un tercer set. Pero en la manga definitiva volvieron las dudas, la inseguridad y los errores no forzados (38 en total por solo 14 de su rival), hasta tal punto que Errani se disparó con un 5-1 hacía el 2-1 en la eliminatoria. Suárez peleó de nuevo contracorriente, aunque con 10 roturas en contra era muy difícil que obrará otro milagro.
La garra de Arruabarrena no fue suficiente
Con más energía y garra que Carla Suárez, Lara Arruabarrena estuvo muy cerca de alargar la serie contra Italia, pero enfrente tuvo a una jugadora espoleada por su público, con un saque potente (seis aces) y algunos problemas con la derecha, que tuvo coraje y paciencia para aguantar la presión y los golpes ganadores de la tolosarra (48) y clasificar a su país para los playoffs de ascenso al Grupo Mundial. En un partido más ordenado que el anterior (hubo 11 breaks en lugar de 18), Chiesa dominó en el primer set, se diluyó en el segundo y levantó un 1-4 en el tercero para terminar venciendo en el tie-break. La agresividad de Arruabarrena no la amedrentó y respondió en el momento clave. La primera aventura de la nueva España de Medina acabó en fracaso.