Kyle Edmund, brillante semifinalista del Abierto de Australia que ha caído este jueves ante Marin Cilic, es seria duda para la eliminatoria de Copa Davis que Gran Bretaña disputará contra España en Marbella entre el 4 y el 6 de febrero. El jugador de 23 años nacido en Johannesburgo se lesionó durante el partido contra el croata y pidió un tiempo muerto médico al final de primer set para que le trataran dentro del vestuario, lo que disparó la alarma sobre un posible problema en la cadera, la misma que ha apartado de las pistas y obligado a operarse a Andy Murray, el gran ausente del equipo de las Islas.
Sus dificultades para moverse cuando continúo jugando, sobre todo en la tercera manga, confirmaron que podría tratarse de ese tipo de dolencia. Y aunque después él no quiso hablar con exactitud de lo que le había sucedido, medios británicos aseguran que la parte del cuerpo afectada es efectivamente la cadera.
«Algo hay, pero de cualquier manera desafortunadamente son cosas que pasan. Estoy decepcionado por eso, pero prefiero quedarme con toda la semana. Llegar a las semifinales de un Grand Slam es algo con lo que tengo que estar muy feliz. Tengo que llevarme eso conmigo y construir a partir de ahí. Creer en mis posibilidades y ganar confianza», dijo Edmund, que sí reconoció que no es seguro que pueda estar con Gran Bretaña en Marbella: «Ya veremos. Es complicado saberlo ahora. Pero, obviamente, quiero jugar. El plan es siempre jugar. Iré día a día y a ver qué pasa». Le quedan 10 para intentar recuperarse y acompañar a Cameron Norrie, Liam Brody y los doblistas Jamie Murray y Dominic Inglot, que son los demás convocados por el capitán Leon Smith.
A pesar de todo, Edmund tuvo humor para bromear cuando le dijeron que Fidde (Rosengren), su entrenador, había dicho que su discípulo no se iba a comprar un Ferrari con las ganancias de Melbourne: «Si, es que tengo un acuerdo con Jaguar, así que no puedo».