Sin casi tiempo para saborear el espléndido triunfo de Carlos Sainz en un Dakar que ha pasado a la historia con letras de oro, tenemos que volver a cruzar el charco para centrarnos en la otra gran cita del automovilismo en este comienzo de 2018: las 24 Horas de Daytona. Este jueves se retoma la acción en el circuito de Florida (15:20 en España), con unos entrenamientos que desembocarán en la clasificación (22:45) que ordenará la parrilla de la carrera del sábado (20:20) y United Autosports encarará la cita con un firme objetivo: hacer un Top 5.
El equipo de Alonso sabe la dificultad de enfrentarse a los DPi (prototipos con reglamentación de Daytona), sobre todo a los Cadillac, y por eso no quieren pecar de ambiciosos. «El objetivo es terminar entre los cinco primeros. Es una carrera larga y muy dura con 50 coches de calidad, la mayoría de los equipos tienen muchos años de experiencia y necesitaremos que todo se alinee para lograr ese resultado», admite Zak Brown, consciente de que tras ser 12º en la clasificación para los boxes con Fernando, Norris y Hanson, un Top 5 sería fantástico.
«Aunque logramos éxitos rápidamente en Europa, Richard y yo no nos engañamos, será muy duro. Pero eso es lo que nos hace prosperar y estamos muy emocionados de correr en Daytona», añade el propietario americano en el comunicado de su equipo en el que también habla Richard Dean, su director general, y de una forma más eufórica: «Estoy emocionado de comenzar nuestro programa 2018 en Daytona. La Rolex 24 llega muy pronto en la temporada, pero soy extremadamente optimista para el fin de semana».
Los pilotos que tendrán en sus coches (Di Resta, Bruno Senna, Owen y Sadeleer llevarán el otro Ligier) es lo que le hace ser tan positivo a Richard: «Tenemos una alineación increíblemente sólida en lo que parece ser una de las carreras de Daytona más ferozmente competitivas y disputadas de la historia reciente. Así que es muy emocionante para United Autosports ser parte de este gran evento después de ser cuartos en 2011 (con Brown como piloto)». Un resultado con el que también se darían por satisfechos siete años después.