Garbiñe Muguruza se sacó la espina del abandono en el torneo de Brisbane y sumó su primera victoria en este 2018 ante la holandesa Kiki Bertens por 6-3 y 7-6 en los octavos de final del torneo de Sydney. La tenista hispano-venezolana, exenta en primera ronda por su condición de primera cabeza de serie, se mostró superior en el primer set pese a resentirse de unas molestias que le hicieron recibir atención médica tras el tercer juego y tuvo que ir al tie-break en la segunda manga para cerrar el partido en 1 hora y 48 minutos.
Se presentaba un test complicado para Muguruza ante Bertens, ya que la holandesa le había vencido en los tres enfrentamientos previos. Sin embargo, Muguruza arrancó con un 2-0 a favor tras lograr un break, pero tras el 2-1, la hispano-venezolana solicitó asistencia médica tras resentirse de las molestias sufridas en Brisbane, lo que detuvo el partido varios minutos para que fuese atendida en el vestuario. Pese a las molestias, Muguruza regresó a la pista con fuerza y logró otras dos roturas para ponerse con 5-1 y cerrar esta primera manga por 6-3.
En el segundo set, Muguruza se puso con 2-0 de ventaja tras lograr otra rotura de servicio, aunque Bertens lo contrarrestó para igualar a 4 juegos la segunda manga, que se acabaría decidiendo en el tie-break por 8-6. En cuartos de final, Muguruza se medirá a la ganadora del duelo australiano entre Samantha Stosur y Daria Gavrilova.