"Con el motor Honda, McLaren no tenía esperanzas para 2018"

Relajado, educado, tranquilo. Zak Brown hace balance de la temporada en una entrevista con Sky Sports F1. El máximo responsable de McLaren no regatea preguntas y responde con el gesto más serio, eso sí, a la ruptura del matrimonio con Honda, ese que se presuponía para toda la vida y que se ha quedado en tres años de vida en común. Una decisión que se gestó ya en la pretemporada. «En los test de Barcelona sabíamos que tendríamos problemas y trabajamos duro para solucionarlos y tener esperanzas para 2018, pero seis meses más tarde sentimos que no podríamos lograrlo. Tres años sin resultados en F1 es demasiado, así que había que cambiar el rumbo”, asegura con rotundidad el expiloto norteamericano.

Cambios que contaron con el apoyo total de la actual cúpula decisoria de McLaren y que, según cree Brown, habría apoyado también la persona que dirigió la escudería durante más de treinta años: “Ron Dennis también habría roto con Honda. Él estaba aquí cuando se negoció y siempre querrá lo mejor para McLaren, lo lleva en su corazón, él es el señor McLaren. Le quema por dentro tanto como a nosotros no vernos ganando carreras».

Pese a todos los problemas, el jefe de Woking reconoce que fue un placer trabajar con los japoneses: “Estamos muy agradecidos a Honda, porque es una gran compañía con la que siempre hemos tenido una sólida relación y aún la tenemos, más de lo que la gente cree. Trabajamos y nos frustramos juntos, pero nunca nos enfadamos ni gritamos entre nosotros y de hecho acabamos con barbacoa en Japón y un brindis en Abu Dhabi. Necesitábamos tomar una decisión dura, pero les deseamos lo mejor y no descartaría volver a competir con ellos otra vez”.

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