Al hacerse oficial su deseo de negociar con las franquicias norteamericanas, el festival de ofertas tuvo un enorme impacto CARACAS.- De entrada, jugar en las Grandes Ligas es el sueño de los aspirantes a beisbolista profesional. Luego, si de algún equipo en especial se trata, muchos aceptarían con gusto vestir el uniforme del máximo ganador de títulos de Serie Mundial: los Yanquis de Nueva York.
Sin embargo, Shohei Ohtani prefirió rechazar al equipo de la Gran Manzana a pesar del gran interés que tenían sobre él desde hace varios meses.
El japonés, jugador que presume de destacar como lanzador y bateador, actuará en las mayores el próximo año. Al hacerse oficial su deseo de negociar con las franquicias norteamericanas, el festival de ofertas tuvo un enorme impacto, y entre ellas se ubicada la de los neoyorquinos.
Un acuerdo con el nipón parecía ser perfecto. Los Yanquis sumarían a su rotación a un brazo que es capaz de poner su recta por encima de las 100 millas, dominante y que se sentiría a gusto al tener como compañero a su compatriota Masahiro Tanaka. La restructuración habría sido ideal en un cuadro donde su puesto sería el de sustituir a CC Sabathia, otrora lanzador estrella de la gran carpa. Con el madero, la dirigencia no tendría problemas en darle tiempo de juego en condición de bateador designado, plus para los conjuntos de la Liga Americana además de pasar la mayor parte del tiempo en un parque que favorece a los bateadores.
Pero nada de esto sirvió. Ni los planes, ni el equipo, ni el palmarés. Nada fue suficiente para que Ohtani diera el visto bueno.
Su motivo fue claro, en principio quiere evitar un conjunto de gran mercado. Un golpe directo al orgullo neoyorquino.
Esto fue directamente hacia la ciudad, pues reportes de los periodistas especializados señalan que, al menos hasta la fecha, no ha rechazado a los cuadros de California, y tras Nueva York y Boston, Los Ángeles es junto a Chicago otra de las grandes metrópolis donde el beisbol es sagrado.
Entonces, ¿por qué no negarse también a los conjuntos de la Costa Oeste?
Simple, ninguna ciudad ejerce tanta presión sobre los peloteros (deportistas en general dentro de las ligas estadounidenses, incluso) como Nueva York. Fanáticos, prensa, ex peloteros. Todo. Jugar para los Yanquis es considerado un lujo, algo que el asiático intentará asimilar en un grado menor.
Shohei Ohtani tiene solo 23 años. Será un extranjero a miles de kilómetros de casa, con un idioma que todavía no domina y en la liga de beisbol más reconocida del planeta, a la que llegará como el agente libre más codiciado. Esa ya es suficiente presión.
Si su desarrollo en Grandes Ligas es óptimo, los Yanquis seguirán ahí, esperando por el nuevo Babe Ruth, en este caso japonés, tal y como lo han apodado los expertos.
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