Finales del 2008. Fernando Alonso, tras un complicado 2007 en McLaren con Lewis Hamilton, regresa a Renault. El piloto español, a pesar de ganar los Grandes Premios de Singapur y Japón, termina en la quinta posición en el Mundial de pilotos a 37 puntos de Hamilton.
Una falta de competitividad del monoplaza francés que hace que el asturiano busque alternativas en la parrilla. Como Red Bull. Nueve años después, Christian Horner reconoce que el bicampeón del mundo y la escudería de las bebidas energéticas negociaron la incorporación del asturiano.
«Estuvimos muy cerca de firmar a Alonso. Helmut Marko y yo fuimos a ver a su representante al final de 2008 y le ofrecimos un contrato de dos años. Él sólo firmaría por uno y dijimos que la posición de Red Bull era un acuerdo de dos años o nada, y él no se comprometió con eso», admite el director deportivo de Red Bull.
Una condición de Alonso que en el equipo de Milton Keynes pensaron que se debía por un pre-contrato con Ferrari: «Pensábamos que el tenía un acuerdo con Ferrari muy claro. Lo extraño de esto fue que Flavio Briatore también estuvo involucrado, intentado conseguirle un asiento para Renault, equipo que dirigía en ese momento, y que al final, él pilotó para ellos 10 años».
Unas conversaciones que Horner confiesa en ‘Motorsportmagazine.com’ que se volvieron a retomar en el aeropuerto Bélgica hace cuatro o cinco años: «A mediados de 2009, tuve un acercamiento para decirle: ‘¿Podrías unirte a mitad de temporada?’. Pensábamos que él podría ganar el Mundial con nuestro coche. Después hemos tenido otra conversación en la parte trasera de un Alfa Romeo en el aeropuerto de Spa varios años después en 2011 o 2012. Y nunca más. La discusión más seria fue la primera, pero después se perdió la oportunidad».