Borrón y cuenta nueva. Así se podría definir el trabajo que los ingenieros de Renault están realizando en la fábrica de Enstone con el monoplaza del Mundial de Fórmula 1 2018 que pilotarán Carlos Sainz y Nico Hulkenberg.
Los franceses, que se encuentran en la séptima posición en el Mundial de equipos con 48 puntos a falta de los Grandes Premios de Brasil y Abu Dhabi, realizarán en Interlagos algunas pruebas aerodinámicas para obtener la mayor cantidad de datos posibles de un nuevo coche que será totalmente nuevo.
«Estamos avanzando mucho en Enstone y es donde estamos centramos. Es un monoplaza completamente nuevo, a pesar del número relativamente bajo de cambios en la regulación. Hemos aprendido mucho sobre el paquete aerodinámico y el equilibrio del coche de este año, por lo que el monoplaza de 2018 debería representar un fuerte paso adelante», reconoce Nick Chester.
De igual modo, el director técnico de la escudería francesa admite en ‘Motorsport’ que el propulsor fabricado en Viry Chatillon ha progresado mucho durante toda la temporada: «El rendimiento de nuestro motor ha progresado mucho este año, como lo atestiguan los resultados de la carrera, ahora tenemos que encontrar la fiabilidad, tanto para nosotros como para nuestros clientes, incluso si Max Verstappen gana magníficamente en México. El equipo sigue confiado y unido, lo cual es esencial para mantener el progreso hasta el final de la temporada, y también para nuestros preparativos para 2018. Tenemos los medios, nuestra organización es estable, robusta y competente».
Una hoja de ruta que puede afectar a la preparación y familización que Sainz está realizando en esta última parte del Mundial de Fórmula 1 2017, ya que seguramente el piloto madrileño deberá estar una mayor cantidad de horas en el simulador durante el invierno.