Recién nombrada Mejor tenista del año, Garbiñe Muguruza intentará refrendar desde este domingo su gran 2017 en las WTA Finals de Singapur, el Masters femenino que dirimirá qué jugadora termina la temporada como número uno del ranking. La española se estrena en el Grupo Blanco contra Jelena Ostapenko (13:30, Teledeporte), después del duelo inaugural entre Karolina Pliskova y Venus Williams, sus otras dos rivales en la primera fase.
Muguruza parte con 5.635 puntos en el sprint final por el trono mundial, a 40 de su actual ocupante, Simona Halep. Pero hay otras cinco tenistas que tienen opciones de atrapar el liderato: Pliskova, Svitolina, Williams, Wozniacki y Ostapenko (ver gráfico). La letona es la que cuenta con menos posibilidades, porque necesitaría que Halep no llegase a jugar los tres partidos del Grupo Rojo. Y Caroline Garcia es la única que no tiene al alcance el número uno, pero llega en forma y en un circuito tan igualado es legítima candidata al título de Maestra. La ganadora puede sumar un máximo de 1.500 puntos, y el mínimo es 375 solo por jugar los tres encuentros de la fase de grupos. Cada victoria en esos duelos iniciales vale 250. Llegar a la final reporta otros 330 y vencer, 420 más. A partir de ahí, son varias las combinaciones. Pero lo que está claro es que no habrá ningún enfrentamiento intrascendente. Todos valdrán su peso en oro. La competitividad, el espectáculo y la emoción parecen aseguradas.
“El tenis femenino está abierto. Cada semana, quien juega bien puede llegar a la cima. Hay muchas opciones. Es más emocionante para los aficionados y para nosotras, porque todo puede cambiar”, dice Garbiñe, que no se agobia ante la posibilidad de recuperar el número uno: “Es importante, no voy a mentir. Sé que tengo que rendir bien y que hay muchas rivales con esa oportunidad. Me siento feliz por haberlo conseguido en este 2017. Ya no hay nervios u obsesión”.
Su primer obstáculo en un grupo de pegadoras será Ostapenko, 20 años, séptima del ranking y campeona en Roland Garros, a quien entrena la nueva capitana española de Copa Federación, Anabel Medina. Contra ella perdió hace poco en Wuhan, pero mantiene un balance positivo (2-1). Llega la hora de Garbiñe.