«Ha sido un largo camino”, reconoció este sábado Maria Sharapova tras vencer a la china Shuai Peng con claridad por 6-3 y 6-1 y meterse en la final del torneo de Tianjin (China). Un torneo International WTA, la tercera categoría del circuito, que no tendría mayor relevancia en la la carrera de la exnúmero uno rusa (ahora 86ª) si no significara su primera final tras su sanción de 15 meses por meldonium. Este domingo, ante la bielorrusa Aryna Sabalenka (19 años, 101ª del ránking), la siberiana de 30 años opta a levantar su primer título desde Roma 2015.
Una oportunidad que la ganadora de cinco Grand Slam no quiere desaprovechar: “Es muy gratificante haber llegado hasta aquí, pero por muy feliz que sea, tengo que ser consciente de que aún me queda un partido ante una rival que va a mostrar toda su ambición para ganarme”. Porque Sharapova, que no ha cedido ni un set en lo que lleva de torneo, quiso destacar a su rival: “Por lo que la he visto, es realmente buena. Una jugadora muy joven y ambiciosa que le va a dar igual quien tenga enfrente”.
Sharapova, que declaró sentirse “realmente emocionada” por volver a disputar un partido por el título, regresó en el pasado mes de abril en el torneo de Stuttgart, donde alcanzó las semifinales. Ese, y los cuartos de final que alcanzó en el US Open, son sus resultados más relevantes de su regreso, para el que se tuvo que “reajustar” física y mentalmente después de un parón que, entre sanción y lesiones, llegó al año y medio. Aunque la final de este domingo, como ella misma resaltó, es un gran examen: “Son las finales el escenario en el que quiero volver a estar y donde tengo que volver a rendir bien”.