BONAO. Con una masiva concurrencia en el auditorio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Centro Bonao, la magistrada Katia Miguelina Jiménez Martínez, jueza del Tribunal Constitucional, dictó la conferencia “Detengamos la violencia contra la mujer”, en el marco de la presentación de los jueces de la referida alta corte en la Provincia Monseñor Nouel.
La jueza Jiménez cautivó la atención de los presentes al iniciar sus palabras refiriendo a casos de violencia de género ocurridos en la provincia Monseñor Nouel, haciendo especial énfasis en el asesinato de la joven Thalía Mercedes Rosario De Jesús, de 21 años, quien al momento de su muerte se encontraba en la fase final de su embarazo y cuyo cadáver fue encontrado con múltiples heridas de arma blanca en el vientre, en un solar baldío de la ciudad de Bonao.
“Este hecho, a pesar de haber conmovido no sólo a Bonao, sino a todo el país, aún no ha sido esclarecido por las autoridades”, expresó la magistrada, por lo cual hizo un llamado a las autoridades a los fines de dar con los culpables del horrendo crimen, ante cientos de personas que se pudieron de pie y la ovacionaron por su reclamo, conforme una nota de prensa enviada a Diario Libre.
Durante su intervención, la magistrada refirió que “el común denominador de estos actos de violencia está basado en la pertenencia al sexo femenino de la víctima. Es decir, haber nacido mujeres, un asunto que no decidimos, nos coloca en peligro de muerte en el peor de los casos, y cuando no, nos hace padecer situaciones violentas de diversos niveles, porque la violencia contra las mujeres adquiere mil caras, incluso algunas muy sutiles”.
La magistrada Katia Jiménez fue enfática al señalar que existe un orden jurídico protector contra la violencia de género, pero pendiente de materializar en los hechos, dado que la violencia de género es ideológica y ninguna de estas medidas toma en cuenta la ideología machista que propicia que los hombres ejerzan violencia contra las mujeres. Como consecuencia, al tratarse de un problema social cuya génesis es ideológica, por una ley, por un decreto, no se solucionará, sino que deben fomentarse también las nuevas masculinidades.