Roger Federer se ha clasificado para los octavos de final del Masters 1.000 de Shanghai con una faena de aliño ante el argentino Diego Schwartzman, a quien ha ganado por 7-6 (4) y 6-4 en una hora y 33 minutos. El suizo hizo el gasto energético y de calidad justo y necesario para retomar la competición oficial con garantías de éxito, ante un rival desquiciado por las decisiones del juez de silla, que tuvo opciones en la primera manga y se desinfló un poco en la segunda. Federer se medirá mañana (sobre las 14:00, Movistar Deportes 2) al ucraniano Alexander Dolgopolov, quien eliminó a Feliciano López.
No tenía muchas ganas el Genio de Basilea de alargar mucho los intercambios, y su insistencia a la hora de buscar golpes ganadores (38 al final) hizo que fallará más de la cuenta (25 errores no forzados) y por eso no se impuso con tanta facilidad de inicio. Rompió el saque de Schwartzman para el 4-2, pero el argentino respondió rápido y después inquietó a Roger en la muerte súbita, pero terminó agachando la cabeza.
El segundo set lo puso a su favor inmediatamente Federer con un 2-0 de inicio que después mantuvo sin excesivos problemas. Sin brillo ni unas sensaciones magníficas, el helvético se quitó de encima a un jugador que lleva varios meses en buen estado de forma. Habrá que ver cómo evoluciona y hasta donde puede llegar.