Cuando nos imaginamos el futuro, pensamos en autos voladores o en teletransportación, pero no en un robot sacerdote como este. RT se ha acercado a Wittenberg para recibir su bendición electrónica.
Fuente
Cuando nos imaginamos el futuro, pensamos en autos voladores o en teletransportación, pero no en un robot sacerdote como este. RT se ha acercado a Wittenberg para recibir su bendición electrónica.
Fuente