El piloto alemán de Fórmula 1 Sebastian Vettel (Ferrari) ha asegurado que aunque ha sido un día «muy malo» por no poder evitar la última posición de salida para la carrera del Gran Premio de Malasia, después de sufrir problemas en su monoplaza, «todo puede cambiar» como sucedió en Singapur, donde, después de lograr la pole, tanto él como su compañero Kimi Raikkonen se quedaron fuera de carrera en la primera vuelta por un accidente.
«Quién sabe qué pasará mañana; la carrera es mañana, no es hoy. Tenemos un coche muy rápido y ahorramos algunos neumáticos. Si sucediera mañana sí que sería un problema. Pero puede suceder cualquier cosa; en Singapur, hace dos semanas, vimos cómo todo puede cambiar», declaró tras la sesión de calificación. Aún así, el tetracampeón del mundo reconoció que la situación «no es la ideal», después de cambiar el cuarto motor de la temporada y de no poder poner el coche en funcionamiento durante la Q1.
«Hemos guardado algunos neumáticos, es lo positivo, pero es un día muy malo», subrayó. «Necesitamos saber ahora cuál fue el problema, los chicos hicieron un milagro hoy y lo hicieron con éxito en el tiempo, lo arreglaron rápidamente y es una lástima que no pudiera salir, pero veremos qué pasa mañana», concluyó.