«Nuestra ambición es ganar». Con esta afirmación, Carlos Ghosn, presidente de Renault, anunciaba a finales del 2015 las aspiraciones de los franceses en su regreso como equipo oficial a la Fórmula 1 tras comprar la escudería Lotus.
Tras un 2016 complicado donde solamente superaron en el Mundial de equipos a Sauber y Manor, el cambio de reglamentación que los monoplazas han sufrido durante el 2017 ha traído consigo un progreso constante que ha situado al RS17 como el cuarto coche en más de una prueba.
Para 2018, el objetivo de Renault es seguir escalando posiciones en la parrilla para luchar por los títulos a medio plazo. Por ello, y durante el parón veraniego, el túnel del viento de Enstone fue actualizado: «Ahora podemos cubrir muchos más escenarios como por ejemplo cuando el coche está en movimiento. Realmente estamos avanzando ahora», confirmó Nico Hulkenberg en Marina Bay.
Una inversión para cumplir la aspiración de Ghosn que podrá disfrutar desde 2018 Carlos Sainz, tras confirmarse su fichaje por la escudería francesa para las tres próximas temporadas en el Gran Premio de Singapur 2017.