«Por favor, por favor”. Primero dijo eso, con su educación exquisita. “¿Podéis callar?”. Y después mandó silencio. Era en medio de la carrera de Singapur, mientras a 300 por hora se defendía de los feroces ataques de Checo Pérez que venía por detrás con un coche más rápido que el suyo y mejores neumáticos amenazando la carrera de la vida de Carlos Sainz. Y es que es así. Educado. Bueno, muy buen chaval. Extraordinario. Por eso, quizá a veces no se da la importancia que debería. O no. Lo que les quiero decir con esto es que Carlos Sainz no reconocerá que su objetivo es ser campeón en los próximos tres años. “De momento tengo solo 2018 con Renault y después está todo abierto, me lo tengo que ganar y…” esa fue la frase que dijo en ‘El Larguero’ de la ‘SER’ el mismo día que se anunció su fichaje por el equipo oficial del fabricante francés.
La realidad es que Carlos tiene tres años asegurados en Fórmula 1, si no es en Renault será en Red Bull, en ambos sitios con posibilidades de luchar por el campeonato en esas próximas tres temporadas. Sainz ha llegado a un momento de madurez como piloto, sabe cuándo debe ir rápido, cuándo asegurar, cuándo mantener la calma y cuándo ser agresivo y sobre todo es eficiente al máximo, llega siempre a donde el coche puede y eso es una garantía para cualquier equipo. En el paddock de Singapur representantes de Renault admiraban esa cualidad del español.
Además tiene algo que pocos pilotos poseen: sabe aguantar la presión como nadie. Carlos ha aprendido a vivir con eso desde pequeño y después a aguantar el imperio Red Bull. Tiene una hoja de ruta marcada que le debe llevar a ser campeón del mundo, su idea era serlo con Red Bull, pero ahora ha cogido una autopista que incluso puede ser mejor a corto o medio plazo. En Red Bull ha aguantado el fichaje de Verstappen, la amenaza de tener que ganar las World Series o le mandaban a casa, el favoritismo por el holandés en Toro Rosso, la negativa a dejarle ir primero y el empeño en devaluarle hasta quedarse a las puertas del podio con un Toro Rosso en Singapur y con lluvia.
Ahora está preparado para medirse a todo un Hulkenberg en Renault y ganarle para ser el líder de un equipo de fábrica que luchará por el Mundial. Alonso dijo una vez en AS que el próximo campeón español sería Sainz. En las tres próximas temporadas podrían ser rivales. Un sueño…