¿Imaginan un Max Verstappen campeón con Red Bull Honda en unos años? Eso se preguntaba nuestro compañero Manu Franco al analizar la opción de futuro que baraja la escudería de la bebida energética. Su intención es dejar que Honda encuentre el buen camino en el desarrollo de su motor junto a Toro Rosso y, si lo hacen, llevar también ellos mismos el propulsor nipón. De hecho, ya se habla de la ruptura entre ellos y Renault a finales del año que viene. ¿Qué le parece todo esto al holandés? De momento, queda lejos.
Antes de pensar en lo que podría pasar en 2019, hay que preocuparse por 2018. Y Max, al igual que Ricciardo, espera que en Milton Keynes cumplan y fabriquen un monoplaza ganador, si no es así, lo mismo no estaría en 2019 para ver si cambian de motor: «Yo no tomaré esa decisión, sé que conduciré con un Red Bull Renault el próximo año y luego ya veremos. Primero hay que ver lo que estaré haciendo en 2019. No estoy preocupado por ello, quiero concentrarme en el comienzo de 2018 y ver lo competitivo que somos».
Digamos que el motor Honda no es el más apetecible del momento de los cuatro que hay en la parrilla, pero Verstappen deja caer lo que podría ser una pesadilla para McLaren y el mayor deseo en Japón. «Podría ser que Honda el próximo año sea muy competitiva…», dice el piloto de 19 años en Marina Bay con toda la intención. Aunque no sabe lo que sucederá ni le interesa por ahora: «No sé qué se decidirá para el futuro. Solo tenemos que esperar y ver lo que pasará a principios de 2018 y luego lo sabremos…».
Para empezar, a Verstappen le interesa lo inmediato, Singapur, y viendo lo bien que rindió el RB13 en Mónaco espera repetir sensaciones en un circuito parecido: «Creo que si miramos a Mónaco, donde nuestro coche no era tan bueno como lo es ahora, ya fuimos bastante competitivos. Así que, podemos ser fuertes, pero necesitamos tener la configuración correcta. Creo que podemos ser una amenaza». Hoy, amenaza en un gran premio, en un futuro quieren serlo por los títulos. ¿Quizá con Honda?