Con 37 años, Venus Williams puede meterse en su tercera final de Grand Slam del año (jugó y perdió las de Australia y Wimbledon) siempre que supere este jueves en semifinales a Sloane Stephens. La estadounidense ganó por 6-3, 3-6 y 7-6 (2) en un partido muy disputado a Petra Kvitova, verdugo de Garbiñe Muguruza en octavos, y se enfrentará a su compatriota, 13 años más joven, que se impuso a la letona Anastasija Sevastova en otro duelo competido que se fue a tres sets y que acabó con un marcador casi idéntico: 6-3, 3-6 y 7-6 (4). Ambos encuentros se resolvieron en la muerte súbita y duraron casi lo mismo: 2h:28 y 2h:34.
Muchas coincidencias que acabaron con dos americanas en las semifinales para deleite de los aficionados. Stephens tenía el partido cuesta arriba con 3-1 y saque para Sevastova en la tercera manga, pero reaccionó y el tie-break no se le escapó. A Venus le pasó lo mismo, 3-1 en contra y se rehízo. Un calco, vamos. Stephens sumó 31 golpes ganadores y 41 errores; Venus, más experta, 21 y 29, mejor balance. Pero se parecen y el jueves se verán las caras por segunda vez. En la primera ganó Sloane en primera ronda de Roland Garros 2015.
Ya nadie podrá sumar más victorias que la mayor de las Williams en torneos de Grand Slam este año. Lleva 20. «Ha sido asombroso sentir vuestro apoyo y no quería dejaros tirados, chicos», dijo tras su triunfo en Nueva York. «Nunca pensé conseguir estos resultados en el Grand Slam de mi casa, en mi torneo favorito. Es indescriptible», afirmó Stephens.
La otra semifinal se dirimirá este miércoles. Llegarán a ella las ganadoras de los partidos entre Carolina Pliskova y Coco Vandeweghe (18:00) y entre Madison Keys y la sorprendente Kaia Kanepi (01:00). Las probabilidades de que se vea una final completamente estadounidense son altas.