TAIPEI, Taiwán. Clasificada por la revista Business Insider como la quinta ciudad más tecnológica del mundo, hogar de algunas de las compañías de computadoras personales más importantes del planeta, en esta capital hay una decidida apuesta a gran escala por la alta tecnología.
Taiwán, una isla más pequeña que la República Dominicana (de 36 mil kilómetros cuadrados) y con un poco más del doble de la población dominicana, exhibe un avance tecnológico tan impresionante que recién ha puesto en órbita su primer satélite.
En efecto, en un histórico evento que los coloca al lado de las principales potencias, el pasado 25 de agosto los taiwaneses lanzaron el Formosat-5, un satélite diseñado y construido íntegramente en el Parque Científico de Hsinchu, el cual tuve la dicha de visitar el pasado miércoles.
En un ambiente que estaba aún impregnado de la alegría por tan apoteósica hazaña, fui enterado de muchas de las razones que motivan su determinación en apostar por la introducción de tecnología avanzada y la promoción del nivel industrial en la isla.
Este parque científico es un espacio dedicado a la innovación y el desarrollo que opera como una enorme zona franca de 1,342 hectáreas y más de 460 compañías, donde se ofrecen múltiples incentivos para atraer más talentos y compañías.
En su entorno hay dos universidades y un instituto de investigación de tecnología industrial que proporcionan muchos recursos humanos para insertar en el parque.
Entre los factores que sitúan a Taipei entre las principales cinco ciudades más tecnológicas del mundo, resalta la cantidad de patentes per cápita, las empresas emergentes, sus inversionista en tecnología, clasificaciones de innovación y el nivel de uso de teléfonos inteligentes.